martes, 22 de junio de 2021

Cambio el Pavo por un Águila. EFM


 

Sandra Gómez

 

Estimado lector, la reflexión es el mejor de los caminos para emprender el VIAJE, la reflexión nos debe sacudir el polvo y recordar que somos águilas y no gallinas o pavos.  Del taller de Educación Financiera y Mercadotecnia (EFM), le presento al cuarto “AS”; cuando leas su caso podrás comprobar que son muchas más las personas quienes se auto limitan para emprender un negocio, que aquellas que con sus acciones nos demuestran que algunos sueños locos se cumplen.



Como es mi costumbre, escribo de casos reales, personas quienes me han confiado sus experiencias ya sea en consulta o porque han sido personas que me inspiran en mi vida profesional y/o privada.  Estar demasiado cómodo es el principal obstáculo para el emprendedor; aun cuando escribo de crianza con niños con necesidades educativas especiales (NEE), siempre recomiendo que les demos la oportunidad de alcanzar su máximo potencial, y que cuando los padres sobreprotegen, impiden el adecuado desarrollo del niño; la mejor de las crianzas es lograr que las personas sean independientes lo que incluye el área económica; un joven debe ser capaz de auto-financiar sus gastos, y esto es progresivo, en cuanto más rápido tengas a tu alcance la educación financiera, te resultara en independencia económica.


Es común escuchar “eres un gallina” cuando la persona tiene “miedo” y como he explicado el miedo no es malo, sin el miedo haríamos cosas “tan locas” que pondríamos en riesgo nuestra integridad física y la de otros seres vivos. Así que el miedo primitivo que nos pone en alerta es un mecanismo de defensa que nos ayuda a sobrevivir poniéndonos en resguardo ante un ruido “x”, o una percepción de “algo está mal”; los extremos desde luego son inadecuados, cuando el miedo se transforma en incontrolable y afecta nuestras relaciones interpersonales y laborales es necesario una intervención profesional en ese caso es necesario darle tratamiento específico que hoy no es el tema a tratar. Lo que si deseo señalar es el “calificativo o etiqueta” que puede dañar nuestra estima y sembrar una creencia errónea de nuestro potencial.


Escuche a Laín García (2021) decir: “para volar como un águila rodéate de águilas; no puedes volar como águila si estas rodeado de pavos…el pavo te dice, NO consigas comida desde el cielo, voltea para el suelo, ahí tienes la comida”.





A continuación, les presentare a mi cuarto AS, de la compañía Stanley Home Products en donde se me formo como vendedora. Con estas historias de vida deseo inspirarle a VOLAR COMO ÁGUILA; recuerde que, en esta comparación, el águila es capaz de arrancarse sus plumas y pico, es una forma de regenerarse… una “segunda oportunidad (R. Kiyosaki)”.


Para mí, este tiempo de confinamiento derivado del COVID-19, me ha hecho re-pensar mis prioridades a la vez que proponerme nuevos proyectos más enfocados a la parte de incrementar mis recursos económicos; la conclusión a la que llegué es que debo activarme, me dije a mi misma: tienes el más alto grado académico… ¿y ahora?; ¿Por qué eso no se ve reflejado en el BIENVIVIR? y es aquí en ese confinamiento (2020-2021) en donde retomo mis conocimientos de mercadotecnia que no había apreciado en su magnitud, de hecho no me había dado cuenta de cuán importante es esa formación en mi vida profesional.


Recordando que la mejor de las pagas por mis horas transformadas en dólares, sin duda fueron en Stanley; y no se equivoquen me encanta mi trabajo de investigación, dar clases, dar consulta, etc. Pero las fiestas Stanley tiene lo propio; y ahí obtuve más dinero que en ningún empleo. Aprendí a manejar mis horarios, a multiplicar mis utilidades y administrar mis actividades. Todas las cualidades de un emprendedor.


¿Qué tenía mi trabajo en Stanley que no tiene mi trabajo actual? ¿Únicamente la diferencia en el pago por hora? eso, por una parte, ¿Qué debo poner en practica hoy?; mi respuesta tiene coincidencia con lo que me decían mis ASES de SHP, aun no me he posicionado para cobrar más por hora; me he dado cuenta que tantos años haciendo mi trabajo por placer me dejo con “clientes” a quienes no cobro mis servicios. Cuando vendes productos queda claro que al dar tu mercancía te devuelven un pago; pero hoy lo que vendo son servicios y algunos clientes no lo “pagan”.  Recuerdo que en Stanley me molestaba que, al entregar la mercancía, algunos clientes me decían después le pago, vuelva tal día, etc., y no tenía la experiencia para manejar la situación y me quedaban debiendo… no se trataba únicamente de dinero sino también de tiempo. Me pregunto ahora ¿Excelente vendedora?  Sino sabe cobrar. En este compás de tiempo y con las lecturas para preparar el taller de Educación Financiera, me di cuenta de que debo aprender a VENDER mis servicios; como les digo a mis lectores “agrega valor”; yo ya lo hice en el área académica tengo el máximo grado de estudios, pero me falla la mercadotecnia, y es aquí en donde debo presentar a mi cuarto “as” y su historia.


Caso #4. Andrea Rodríguez. La Sra. Andrea, fue mi jefa directa ella no fue quien me recluto, pero era la líder del grupo al que yo pertenecía, y era la jefa de mi madre Arcelia Patiño, quien me inscribió en la compañía. Andrea cuando la conocí siendo yo una adolescente, siempre traía a su hijo Juan Navarro unos años menor que yo a quien aprendí a ver como un “primo”; el hizo equipo con su madre y en conjunto cumplían con grandes metas en ventas y reclutamiento; con ellos también viajé en numerosas ocasiones y aprendí muchísimo.  Hoy deseo presentarles el caso de una vendedora de nuestro grupo quien no sabía leer ni escribir; tuve la oportunidad de verla crecer como “persona” dentro de la compañía; sin duda un gran ejemplo; a ella le hicieron paquetes de productos que sabía demostrar; uno era para la limpieza en la cocina #1(desgrasante+ fibras), el paquete #2 cuidado de la ropa (aquiland+ milagro de naranja+ cepillo), y el paquete #3 del cuidado personal (pavana+ freca pies+ piedra pómez); esto era su MUESTRARIO, en los pedidos únicamente colocaban los números, así que le era sencillo venderlos…en fin que tuvo mucho éxito su MODELO de ventas por paquetes, si la persona quería otro producto del catálogo, les pedía que ellas mismas los escribieran con el número de identificación del producto en su nota de compras y después en casa con apoyo se completaban las ventas. Pude verla subir al escenario a recibir premios por ventas, una mujer que inspiro a una nueva generación al lado de un AS en ventas y reclutamiento.


¿Por qué seguir comiendo como el pavo del piso si podemos seleccionar diferentes alimentos desde el cielo como el águila? La respuesta está en a quienes seguimos, que tanto nos dejamos ayudar… ¿sabemos lo que queremos?


Andrea Rodríguez para mí es una persona que me inspira, es una mujer perseverante que ha compartido con decenas de personas la oportunidad para emprender su propio negocio; con ella vi una y otra vez que se le da el mismo trato a una persona con un gran poder adquisitivo que a quien únicamente nos compra una pieza, la atención al cliente para ella siempre es prioridad, y así lo aprendí. Recuerdo que en una de mis demostraciones le compartía que no tenían mesa para poner los productos así que me pusieron un par de cubetas y una tabla… en fin que no cabían ni la mitad de mis productos; ella gentilmente me compartió que eso era muy común entre sus clientas así que por eso siempre tenía un Plan “B” un Mini-display que además era más fácil de poner-guardar. Como una de las reglas de las fiestas Stanley es tomar de ahí tres demostraciones, y esto con frecuencia hacia que las clientas se repitieran, ofrecía la oportunidad de cambiar los productos que se demostraban, abriendo la oportunidad a nuevas ventas con las mismas clientas; por otra parte, recuerdo que me comento la importancia del mantel plástico con el logotipo. Asimismo, cerramos la conversación con “el uniforme ejecutivo” al que de acuerdo al grupo podíamos “informalizar” quitándonos el blazer. En conclusión, a todas las clientas les gusta ser tratadas con respeto y perciben el “buen trato” que incluye el llegar organizadas y arregladas a “La Fiesta Stanley”; ella también me enseño la importancia del manejo de los tiempos con las clientas, asignarles tareas previas (para incrementar la venta neta), no recibir alimentos con ellas, de preferencia traer nuestra propia botella de agua, entre otros TIPS, que me han servido a lo largo de mi vida.


Mis 4-ASES, no únicamente me instruyeron en el área de mercadotecnia, ventas, administración de negocios, todas y cada una de ellas me hicieron mejor persona; son mujeres y hombres ejemplares competentes en su quehacer, además de buenas personas.


Gracias: 1. Alicia Unibe; 2. Asunción Mancilla; 3. Angelina Manrique; 4. Andrea Rodríguez. Esta idea de mis cuatro ASES, se las compartí al recibir un premio estando todas presentes; dije en mi discurso “como no ser una VIP, si tengo los cuatro ases: Alicia, Asunción, Angelina y Andrea, GRACIAS, por sus enseñanzas y por brindarme la oportunidad de formar parte de la familia Stanley”.

He escuchado en las entrevistas a escritores de Best Seller a los que hago referencia en este Taller de Educación Financiera y coinciden en que la recompensa llega como resultado del esfuerzo invertido en la preparación a la par de la diversificación en la inversión de todo lo aprendido, y puesto al servicio de los demás.


Hay que separarnos de las personas que nos llevan a “vivir” comiendo de lo que se nos da sin esfuerzo y en cambio hay que ser parte de quienes disfrutan compartiendo la oportunidad de crecimiento, quienes ya alzaron el vuelo y han aprendido que su perseverancia tiene recompensas.


“La intención de dar no es suficiente, debes dar lo que los demás esperan recibir; por eso, el mejor empresario no es el que gana más, sino el que da lo que la gente quiere y necesita” (Laín García, 2021).


Mis cuatro ASES y muchas personas más de la familia Stanley, como Rafaelita Prado, Juanita Parga, Lupita Padilla, Cuquita, Margarita Manrique, Lupita Camberos, Cristina Prado, Florecita, Socorrito Álvarez, María Elena Rodríguez (Nena). Todas compañeras de ventas personas VIP, muy importantes para mí, gracias.


Recuerda mi estimado lector que detrás de todo éxito, existe una preparación. Valora, pon en práctica lo aprendido y emprende. A cualquier edad se puede INICIAR, rodéate de águilas; déjate enseñar a quitar las “pesadas plumas” que son los viejos paradigmas, y haz que crezca un nuevo pico y garras quitando las viejas creencias del dinero.

Si te gusta este tipo de contenido, comenta y comparte, hasta la siguiente historia de vida. Dra. Sandra Gómez Patiño.

 

Referencias: busca entre mis publicaciones la serie EFM. (Educación Financiera y Mercadotecnia)

https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1351494#:~:text=Algunas%20especies%20pueden%20durar%20hasta,de%20las%20que%20se%20alimenta.&text=All%C3%AD%20destrozan%20su%20pico%20contra%20las%20rocas%20hasta%20arrancarlo


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