lunes, 12 de diciembre de 2022

Diciembre, encrucijada vibrante


  

Pedro Vargas Avalos

 

 

Nuestra vida está sujeta a las circunstancias del tiempo. Por ello, cada mes tiene características específicas. Si hablamos de enero, mucho comienza con él, pero su común denominador es la frase que se utiliza mayormente: la cuesta de enero. Con esa locución, referimos las dificultades que se deben encarar para salir bien librado, individual o colectivamente, en esa treintena de días.



            Tras el dificultoso arranque anual, viene un espacio alentador, pues febrero es dominado por el festejo de San Valentín, símbolo del amor y la amistad. En marzo, la primavera toca las puertas de los mexicanos y nuestro carácter se tonifica, a pesar de los problemas inherentes a nuestro transcurrir.


            Y así como hablamos de ese trimestre, podríamos seguir enumerando lo típico de cada mes del segundo, y de igual manera los siguientes, parte por parte, hasta llegar al final del año, pasando por el dedicado a la independencia, que llamamos “mes de la patria”, es decir, septiembre, y el de las fiestas tapatías por excelencia (sin olvidar que Zapotlán el Grande, es decir Ciudad Guzmán, es donde primeramente se organizaron festejos en tal época) que son ya una querencia local: las Fiestas de Octubre.


            No obstante lo anterior, el declinar del año es sumamente especial, aparte del temple navideño que contiene. El afamado pensador francés (aun cuando nació en Argelia en 1913) Albert Camus, afirmaba que “En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible.” Y eso resulta rigurosamente cierto, particularmente en este lapso del actual 2022.





            Si pensamos en un tema que a todos preocupa, el referente a los ingresos, ya se nos dijo que el salario mínimo aumentó en veinte por ciento. Muchísima gente respiró tranquila, pues ese porcentaje vigoriza el bolsillo de la inmensa mayoría de trabajadores; incluso, el sector empresarial estuvo de acuerdo, por lo cual se puede meditar que, al terminar el presente sexenio federal, la recuperación económica de la clase laboral será histórica, después de su trágica caída en los ocho lustros precedentes. El aumento, repercute en el alcance de los demás asalariados, mejorándolos en parecido beneficio que recibieron los miniasalariados.


            En los frentes legislativos, a nivel nacional fue muy comentado el rechazo que recibió la proyectada reforma a la Constitución, en el renglón electoral. Pero a la par, se ha discutido que inmediatamente después de ese desaire de los diputados de oposición, quienes evitaron que Morena y sus aliados alcanzaran la mayoría calificada, acto que festinaban cálidamente, se presentó la iniciativa presidencial (llamada Plan B) para reformar las leyes que regulan las elecciones. Y se les acabó la alegría, apareciendo entonces su enojo, a grado tal que abandonaron el salón de sesiones, mientras que los morenistas aprobaban la propuesta hecho lo cual, la pasaron al Senado.


            Por cierto, el miércoles 7, en su mañanera, el primer mandatario del país, precisó los motivos por los cuales no aprobaron las oposiciones, la reforma multicitada, explicando: “Como era de esperarse, se rechazó la reforma constitucional porque los partidos, el bloque conservador, no quieren que los ciudadanos elijan a los consejeros, eso fue lo que rechazaron.

 




También, rechazaron el que se redujera el presupuesto del INE, que es de los más onerosos, es el presupuesto más alto en el mundo para la organización de elecciones, también eso lo rechazaron. Rechazaron, por lo mismo, que en vez de 500 diputados sólo fueran 300 y que no haya diputados plurinominales o de listas. Y rechazaron el que disminuyera el presupuesto a los partidos, eso fue lo que rechazaron.”


            Como ese evento legislativo fue consumado muy rápido -fast track- resulta que el líder senatorial (Ricardo Monreal) declaró a los medios de comunicación, el 7 retropróximo, que allí sería diferente: “El Senado de la República actuará con serenidad y buen juicio. Será una discusión racional, inteligente. Vamos a cuidar el procedimiento legal, el procedimiento ordinario. No habrá atropellamiento, no habrá lo llamado vía rápida que se dispense, abrevie o evite el procedimiento ordinario”. Esto, lo aplaudió la misma oposición. A cambio, el también senador guinda, César Cravioto, manifestó tajante: “Sin duda, vamos a respaldar la minuta, ese Plan B que debió ponerse en marcha, porque la oposición detuvo la reforma constitucional, debido a que PRI y PAN “siguen defendiendo los grandes beneficios que tiene la alta clase política, en lugar de privilegiar las necesidades del pueblo de México”. (Eme-Equis, 8 dic-2022).


            De conformidad a la situación singular de Monreal, quien, en su afán de ser candidato presidencial, tal parece que saldrá del partido en el gobierno (por no tener, asegura, piso parejo entre él y los demás aspirantes), conjeturando que “diciembre me gustó para…” que te vayas, completa la popular canción que interpretaba emotivamente Amalia Mendoza, la Tariácuris. En consecuencia, esta temporada de posadas, se torna en palpitante, pues el zacatecano deberá decidir si se queda o se va.


            A propósito de los políticos que buscan ser candidatos presidenciales, -carrera adelantada que a estas alturas, ya es una ola indetenible- hubo sondeo nacional publicado en días recientes por Reforma, (rotativo que es cáustico impugnador de la Cuatro T), ofrece interesantes números; el medio revela que “el 45 por ciento de los entrevistados no sabe quién preferiría que fuera el candidato presidencial de la coalición opositora en 2024, mientras que el 11 por ciento eligió al excandidato presidencial, Ricardo Anaya Cortés; el seis por ciento optó por el Gobernador Alfredo del Mazo; el cinco por ciento escogió a la Diputada Margarita Zavala; otro cinco por ciento a Santiago Creel Miranda y un 28 por ciento dijo que “otros”. (Sin Embargo, 7 dic.2022).





            El mismo diario, divulgó que el 31 por ciento de los interrogados prefiere para candidato a suceder al tabasqueño AMLO, a la gobernadora de la capital azteca, Claudia Sheinbaum Pardo; en segundo lugar figura el canciller Marcelo Ebrard (25%) seguidos lejanamente por el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López (5%) y el senador Monreal, apenas con el modesto 4%. De Movimiento Ciudadano (MC), el 37 por ciento consideró al Alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, como la mejor opción para la contienda presidencial; el ocho por ciento al Gobernador Samuel García; el seis por ciento al mandatario Enrique Alfaro; el siete por ciento dijo que “otro” y finalmente el 42 por ciento manifestó no saber por quién. Posteriormente, a la pregunta “Si hoy hubiera elecciones para Presidente de la República, ¿por cuál partido votaría?”, el 48 por ciento eligió a Morena; el 20 por ciento al PAN; el 17 por ciento al PRI; el cinco por ciento a MC; el dos por ciento al PRD, y el tres por ciento a algún candidato independiente. El ejercicio estadístico también puntualiza: “el 62 por ciento estaría dispuesto a votar para Presidente de la República por un candidato de la alianza encabezada por Morena; el 34 por ciento por uno de la coalición conformada por PAN, PRI, PRD y MC; y el 33 por ciento por la alianza Va por México (PAN-PRI-PRD).  (Sin Embargo, íd.,íd).


            El dato precedente lo confirma El Financiero, que en igual fecha publica: “Va por México pierde terreno rumbo a 2024; Morena afianza apoyo”. La diferencia es un tremendo 16%. Eso porque según la periodista Daniela Barragán, de Café y Noticias, el bloque opositor hace mucho ruido, pero olvida las nueces.

 

              Para cerrar las notas trepidantes del momento decembrino, Latinoamérica se cimbró con la destitución del gobernante peruano, Pedro Castillo, un maestro que había dado la nota cuando conquistó el poder ejecutivo y derrotó a la oligarquía de la nación inca: ahora, ya está recluido en el penal donde purga su condena Alberto Fujimori. La garra derechista, que no descansa ni un instante para con zarpazos recobrar sus privilegios, dio en este caso un revelador ejemplo de lo que es capaz:  Cuando actúa, sucede lo que dice un adagio “En diciembre, no hay valiente que no tiemble”. Si, no cabe duda de que “en este mes, anochecer y amanecer son casi a la vez”. Por ello, hay que revestirnos del espíritu de fraternidad tan propio de este período, y pensar que después del estallido, generalmente viene algo apetecido.

 




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