jueves, 10 de noviembre de 2022

Urge proteger mantos acuíferos

 


 

Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán

  

 

La Ley de Aguas Nacionales, reglamentaria del Artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de aguas nacionales; establece en su artículo primero que es de observancia general en todo el territorio nacional, sus disposiciones son de orden público e interés social y tiene por objeto regular la explotación, uso o aprovechamiento de dichas aguas, su distribución y control, así como la preservación de su cantidad y calidad para lograr su desarrollo integral sustentable.






            De igual forma, en su artículo dos señala que las disposiciones de esta Ley son aplicables a todas las aguas nacionales, sean superficiales o del subsuelo, aplicables a los bienes nacionales y a las aguas de zonas marinas mexicanas en tanto a la conservación y control de su calidad, sin menoscabo de la jurisdicción o concesión que las pudiere regir, independientemente de otras disposiciones legales sobre este importante tema.


            Para su aplicación y observancia, también en todo el territorio nacional, la citada legislación dispone que corresponde a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) un órgano administrativo, normativo, técnico, consultivo y desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la misión de preservar las aguas nacionales y sus bienes públicos inherentes para su administración sustentable y garantizar la adecuada utilización del vital líquido.


            Dicho esto y en razón de la necesidad que se tiene, precisamente de preservar y dar el uso adecuado al agua, sobre de la que se utiliza para el consumo humano y que se extrae del subsuelo, ante el aumento de la demanda del vital líquido, no solamente por el crecimiento de la población y, en el caso particular del Municipio de Zapotlán el Grande, debido al aumento del consumo de agua que se tiene por el florecimiento de nuevos sistemas de producción agrícola, concretamente del aguacate, ante los señalamientos del impacto que en los mantos acuíferos de la cuenca que se destina para riego agrícola, se considera urgente que se haga algo al respecto.


            Y aunque la competencia es de nivel federal, eso no inhibe que las autoridades municipales o las organizaciones civiles se interesen e intervengan ante la instancia correspondiente para que se investigue, para conocer la realidad sobre lo que se especula al respecto y, de esta manera, en tiempo y forma, se puedan tomar medidas que eviten futuros problemas a la población por la falta de agua para satisfacer sus necesidades.


            Ante ello, es de tomar en cuenta lo que el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lo revelado por él al indicar que se trabaja en una reforma de ley para el uso racional del agua y no seguir permitiendo la anarquía en la entrega de permisos de explotación para uso industrial en regiones donde se carece el líquido.


            Con ello, dijo el ejecutivo federal, se busca evitar la sobreexplotación de mantos acuíferos sobre todo en el norte, en regiones donde ya no se debe de permitir que empresas cerveceras u otro tipo de industrias que consumen mucha agua se instalen, porque no hay agua para consumo doméstico y la que se tiene por la sobreexplotación se consigue a profundidades hasta de 2 mil metros y en algunos casos, hasta con arsénico.

            “No podemos permitir seguir con esta anarquía de entregar a diestro y siniestro de permisos para extraer agua en donde no hay, donde lo fundamental que tiene que ser el agua para la gente”, abundó López Obrador al respecto.


            Para el caso, en la Región sur y muy concretamente en el Valle y Cuenca de Zapotlán el Grande, la extracción del agua, en su gran mayoría, se ha venido haciendo para abastecer las redes alimentadoras del servicio a los hogares de las familias que lo pueblan, pero, de algunos años a la fecha, la demanda y extracción ha aumentado de manera considerable, además del guachicoleo domiciliario que se tiene todos los días del agua de las tuberías domésticas que se destina para usos agrícolas, cada vez más hay más huertas de aguacate e invernaderos que, según lo ha expresado funcionarios de instituciones educativas importantes establecidas en esta localidad, éstas emplean agua que extraen del subsuelo y eso ya afecta mantos acuíferos.



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