martes, 16 de junio de 2020

Mi hijo va a la secundaria y tiene dislexia







Sandra Gómez


Estimado lector, en las lecturas anteriores, se presentaron dos temas centrales: 1) en la primera la definición de dislexia; y 2) en la segunda parte se esbozan las razones del porque considero que deben tener un diagnóstico. En esta tercera parte doy respuesta a algunas de las dudas que surgieron entre los lectores a raíz de ambas publicaciones.

Los padres de familia en algunas ocasiones dejan el trabajo únicamente a los docentes, y en otras actúan sobreprotegiendo al pre-adolescente con dislexia. Ambos extremos se apartan de una regla máxima en la crianza de nuestros hijos: “deben ser autónomos”; cada caso es único y se debe diferenciar. Hoy el reglamento de las escuelas secundarias a cargo de la Secretaria de Educación Pública (SEP), pide que las escuelas sean incluyentes, en el sentido amplio se pide que se integren los alumnos con Necesidades Educativas Especiales (NEE) a los grupos regulares. Como ya lo hemos escrito, los alumnos con dislexia entran dentro de este grupo. Ahora te pregunto padre de familia; ¿quieres que tu hijo sea tratado de manera diferente a sus compañeros de secundaria?, si tu respuesta es ¡sí!, necesitaras apoyo psicológico y asistir a cursos de escuela para padres. Si tu respuesta es ¡no!, estas creando la oportunidad de aprender a ser el padre (madre) que necesita tu hijo(a).




En las escuelas de nivel secundaria la división de los grupos de primero a tercer año es tan grande que se dan rivalidades y enfrentamientos entre los alumnos, sus edades oscilan entre 11-16 años. Los alumnos de nuevo ingreso generalmente tienen una gran diferencia de tamaño (estatura) con respecto a los de tercero, y en las niñas se encuentra una gran diferencia no solamente en la estatura sino en la estructura (curvas). Así que imagínate, es un nuevo ambiente generalmente sin conocidos así que los alumnos empiezan a competir desde cero (…).

La adolescencia como tal es un periodo de prueba para todos(as); a los padres de mis pacientes siempre les digo que en esa etapa se ponen a prueba los valores “vivenciados desde casa”; para los adolescentes sus valores primordiales son el amor y la amistad. En nombre de estos pueden llegar a hacer muchas “locuras”. 
Los padres debemos acompañarles y guiarles, no reprimirles. Mi compañera maestra Margarita Dinero dijo en una conferencia a los padres de sus alumnos de sexto grado: “los jóvenes son como una barra de jabón húmedo, si los sostienes suavemente los puedes contener, si aprietas demasiado salen volando” (…); con esa idea nos debemos quedar, coincido con esa comparación, hay que darles nuestro amor incondicional, pero debe haber reglas, habrá que ser estricto cuando así lo ameriten y blando cuando sea prudente.

Los jóvenes con NEE, tienen ambas problemáticas; en algunos casos se vuelven seguidores en busca de “encajar en el grupo de amigos”. En todas las etapas hay que estar presentes, pero sin duda esta es una de las mayores pruebas para los padres (…).

Sugerencias para los padres, busca un grupo de apoyo; sé el padre que abre las puertas de su casa para hacer tareas de equipo; permítele que te comunique lo que siente (…). Si quieres que te hable con honestidad, practica ser tu como padre (madre) el honesto, el sincero; comenta tus miedos e inseguridades y permite que te dé respuestas; seguramente descubrirás que tiene respuestas interesantes; háblale de hechos reales a esa edad, comparte tus experiencias en la escuela secundaria. En otras palabras, fomenta el dialogo.

Mi madre siempre me dijo que los jóvenes comen mucho, hay que tenerles la comida lista cuando lleguen de la escuela. Esta estrategia es muy interesante (…), la hora de la comida es un buen espacio para brindar atención y amor a través de compartir los alimentos, procura que coman juntos. Yo agregaría que es importante abrazarlos al llegar, esta acción te permitirá percibir su estado de ánimo (lenguaje corporal), asimismo, “oler” como viene, lo que te permitirá reconocer aromas como el cigarro, el alcohol, la mariguana, entre otros (…), y justamente tu intuición te permitirá reconocer si es que algo paso.

En la etapa de la secundaria los malos tratos son comunes; esto no quiere decir que esto debe ser aceptado, para ello es importante fortalecer los lazos afectivos y mantener una comunicación eficaz con el joven, enseñarle que en efecto ¡no es justo!, pero que no podemos cambiar a los otros, lo único que podemos hacer es aprender a manejar nuestras emociones con respecto a los comentarios ofensivos de los demás. Debemos aprender a reconocer nuestros sentimientos, a expresarlos y aprender a pedir ayuda.

La ayuda se hará presente cuando reconozcas que tienes un problema, lo que aplica en el área emocional y académica. Para lo emocional un psicólogo es una excelente opción para lo académico puede ser un tutor o un maestro de apoyo.

El alumno con NEE, debe aprender que no es el centro, sino parte del proceso de enseñanza aprendizaje. Desarrollar la resiliencia es deseable para todos. La función de los padres es apoyar, dar seguimiento, empujar suavemente, establecer reglas, llegar a acuerdos.

La sobreprotección, no le ayuda; trabaje de manera colaborativa con otros padres (madres) de familia, los maestros están para ayudar. Si a tu hijo se le dificulta hacer amigos, investiga y aprende que es lo mejor para él (ella).

Considero que la etapa de la secundaria es difícil para la mayoría, sugiero que los grupos de clase no superen los 22 alumnos, que se tenga una relación cercana con la escuela y de ser necesario colóquelo en una escuela “pequeña”.  La dislexia es una condición de vida no una enfermedad que se quita con el tiempo. Como padre aprende a aceptar la discapacidad y adáptate. Enseña con el ejemplo que no tienes que ser como los demás, pero ojo, los demás no tienen que ser como tú, no tienen por qué comparecerse de ti, no tienen por qué tratarte diferente. Debes enseñarle a tu hijo: “Eres tan único e irrepetible como cualquiera de tus compañeros, aprende a tratar a los demás como te gustaría que te traten a ti”.

¡No es justo!, claro que no lo es, pero es un hecho (…), ¡es lo que hay! La vida es perfecta por ser imperfecta. El amor de padre (madre) es incondicional, y tienes derecho como padre a no estar de acuerdo con algunas de las conductas de tu hijo(a), debes enseñarle que las reglas tienen un propósito y un sentido para convivir en sociedad, lo que incluye la escuela.

Te espero en el desenlace (…), adultos con dislexia, con cariño Sandra.



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