Fernando G. Castolo
Hay
una gran significación y sentido de pertenencia en los llamados
Sonajeros, la danza que le ha otorgado una trascendente identidad a
la comunidad. La elaboración de los Enrosos, también pertenece a un
culto netamente de raíces indígenas que empatan su sincretismo con
tradiciones europeas, como esas alegorías que hacen eco a las
antiguas procesiones de pasos.
A
la par de estas manifestaciones de carácter religioso tenemos las
del orden profano, cuyo principal atractivo es la elección de la
reina, antes a través del voto y, ahora, a través de un certamen.
También está la convocatoria de los tradicionales Juegos
Florales... Sin embargo, a estas actividades artísticas y
culturales, se suman las atracciones de los juegos mecánicos, los
convites, las terrazas y los conciertos que vienen a otorgar un
sentido lúdico y diversificado a la feria de Zapotlán que, en el
ámbito católico, conmemora su 276 aniversario; mientras que en el
ámbito profano cumple su primer centenario.
Y
nosotros salimos ganando porque la feria de Zapotlán se hizo famosa
y trascendió épocas y fronteras... evocaría Juan José Arreola.
*Historiador e investigador.
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