Marco Antonio Gabriel
Leer el “Diccionario de Abastecimiento” de Mauricio Ramírez es abrir un umbral hacia una realidad paralela, tejida con los hilos finos del lenguaje poético, de la historia sagrada y de la ironía contemporánea. No es un diccionario convencional: aquí no se definen palabras, se revelan mundos. Cada entrada, cada poema, es un concepto que se descompone y se reimagina. El lector no encontrará certezas, sino espejos rotos donde cada fragmento refleja una parte de sí mismo.
Los diccionarios son hermosos, estos libelos, creados para la consulta, para el juego, para pasar el rato y conocer conceptos que desconocíamos. Este diccionario con sus 172 páginas en papel bond ahuesado de 90 gramos, sus 97 poemas/conceptos es un gran libro que se organiza como un glosario del espíritu humano, atravesado por el dolor, la duda, la fe y la persistente necesidad de nombrar el misterio. Su estructura alfabética no busca poner orden al caos, sino recordarnos que todo intento de clasificar la experiencia humana es ya, de por sí, un acto poético.
En estas páginas, la figura del Abastado emerge como una presencia poderosa y ambigua: ¿Dios?, ¿el poder?, ¿la necesidad de creer en algo? Mauricio, lo sugiere. Y en ese vacío vibrante, el lector encuentra el espacio para preguntarse por sus propias fidelidades, por sus pactos con lo invisible.
Al
avanzar entre conceptos como Adversidad, Behemoth, Borracho, Fortuna,
Cierva, Hombre, Luz, Mal, descubrimos no solo una crítica profunda
al orden social y moral, sino también una búsqueda espiritual que
no se abandona a la resignación. En cada poema se libra una batalla
entre lo humano y lo divino, El Abastado, entre lo histórico y lo
eterno.
La presencia bíblica,
especialmente del libro de Job, recorre la obra como un río
subterráneo, de la mano de Fray Luis de León en su “Exposición
del libro de Job” encontrando lo poético para trasladarlo al
verso. En los versos, no se limita a aceptar el sufrimiento; lo
interroga, lo desnuda, lo confronta. Y en esa confrontación con la
palabra, Maurice, crea un espacio de resistencia contra la brutalidad
de la realidad: las desapariciones, la guerra, la desigualdad.
Diccionario de Abastecimiento es un libro que se puede leer de principio a fin o abrir al azar, como un oráculo. Pero en ambos casos, su lectura exige atención, entrega y apertura. No es un libro que consuele fácilmente: nos sacude primero para después permitirnos, quizás, respirar. Nos muestra que incluso en la más cruda desolación, hay belleza. Y esa belleza no es la que adorna, sino la que revela.
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