Pedro Vargas Avalos
Las
carreteras son indispensables para la vida nacional, las relaciones
internacionales y desde luego, el desarrollo de pueblos y
comunidades. No hay actividad sustancial, que no depende directa o
indirectamente de las vías de comunicación. De acuerdo al
Instituto Nacional de Estadística e Información (INEGI) la red
carretera del estado se integra por 26 carreteras estatales libres,
con una longitud total de 1,222.46 kilómetros; 3 carreteras mixtas
integradas por tramos federales y estatales, con una longitud total
de 347.00 kilómetros; 29 carreteras Federales libres, con 2,200
kilómetros aproximadamente y 10 vías de cuota, regenteadas también
por órganos federales. Sumados todos los caminos, decía el pasado
gobernador que llegaban a 6 mil 617 kilómetros de carreteras en la
entidad, 4 mil 421 km pertenecen a la red estatal; el resto son
federales (2,196 km) y 599 kilómetros de autopistas de cuota.
Según un diagnóstico realizado por la Secretaria de Infraestructura y Obra Pública -SIOP- en 2018 sobre las condiciones de la red carretera, se detectó que el 80% se encontraba en estado de regular a crítico y tan solo el 20% calificaba como aceptable. Como se puede observar, a simple vista tiene el Estado un buen cúmulo de medios terrestres de comunicación, sin contar los de índole vecinal. Por lo tanto, se pudiera decir que estamos sino muy bien, al menos en buena situación de vías carreteras. Lamentablemente no es así, porque los hechos desmienten los números.
En su campaña electoral y luego ya
como ejecutivo electo, el actual ejecutivo jalisciense aseguró que
en un año tendría al cien la red carretera estatal: el 9 de agosto
de 2024 declaró que ya iba el 82% de reparación, y que en un año
estaría completo el programa. Estamos a nueve meses de su asunción
al poder y de plano vemos muy difícil que se cumpla ese propósito;
eso en lo que a sendas locales toca, pero en lo relativo a la
federación, de plano estamos en la calle. Precisamente, recién
asumido el sitial de mandamás tapatío, en diciembre del año
retropróximo, declaró: “Vamos a hacer una campaña informativa
para decirle a todo el estado de Jalisco y decirle que sepa
diferenciar cuáles son carreteras estatales y cuáles son federales.
Vamos a pegar lonas en todos lados espectaculares, en las carreteras
para que le puedan reclamar al Gobierno Federal”.
(milenio.com/política/comunidad-13-12-2024). Tampoco esto ha
pasado.
En el comentario de la ciudadanía, algunos mencionan
que eso se debe a la poca disposición que el gobierno federal
manifiesta hacia Lemus, a partir del hecho de que no es de MORENA y
que su triunfo electoral fue muy criticado, a tal grado que aún se
rumora que debió haber sido anulada esa elección. Fuera de esa
hablilla, y sobre el tema carretero, en varias ocasiones el ejecutivo
local ha planteado la insatisfactoria suma de recursos destinados al
mantenimiento de las carreteras federales en el Estado. Dijo en
cierta ocasión: es “una burla, los recursos asignados para
habilitar carreteras federales en Jalisco”. Y en el lamento, se
llevó en las espuelas a la diputada jalisciense Merilyn Gómez
Pozos, quien preside la Comisión de Presupuesto federal: “Lo digo
con todo el respeto del mundo, ¿de qué nos sirve tener una
presidenta de la Comisión de Presupuesto de Jalisco?, no pasó nada,
no pasó absolutamente nada”.
(Milenio.com/politica/comunidad/pablo-lemus-recrimina-recursos-carreteras-federales-jalisco).
Esto no cabe duda de que es cierto.
Recientemente hicimos un
viaje a la ciudad de Ameca, el antiguo recinto indígena de los
cazcanes del occidente mexicano. Y la verdad que es decepcionante el
estado de esa vía de comunicación, especialmente del municipio de
Tala a la ciudad de los bagres, como también se les dice a los
oriundos de tal localidad. No hay tramo que no registre baches, a
cambio de que a cada trecho -numerosos, por cierto- se erige un tope
(desde luego casi sin pintarse), lo que hace sea probable que el
vehículo que se conduce sufra alguna avería.
En razón de lo
anterior, expresó la semana pasada el señor Lemus: “Tristemente
no hay una fecha para reparar las carreteras federales. Yo he hecho
gestiones por todos lados. No hemos sido escuchados.” Aquí
resaltamos una interrogante: ¿qué pasó con el plan que se anunció
a fines del año pasado, por la presidenta Claudia Sheinbaum, sobre
un programa denominado “Bachetón” que a más tardar en 4 meses
lograría reparar las carreteras del país? De acuerdo a lo que se ve
en ese sendero hasta Ameca, no llegó a tal lugar.
Así las
cosas, resulta urgentísimo que se dejen bien reparadas las
carreteras que surcan el territorio jalisciense. Y en tal cometido,
también se deben arreglar los tramos maltrechos que tienen las vías
de cuota, los cuales por ser partes (algunos demasiado caros para los
usuarios) de paga, deberían ser modelo de eficiencia. Y no nos
metemos en el capítulo de los baños de esas rutas, que son
deplorables, a tal grado que dan vergüenza.
Hacemos votos
porque ya sea por acción del gobernador Lemus o de la presidenta
Sheinbaum, o más bien ambos, se dignifiquen los caminos integrantes
de la red carretera jalisciense.
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