(Parte 2)
Aarón Sánchez
En
la edición anterior de Levantémonos a servir poníamos sobre
relieve tanto el extremo de la pasividad y el conformismo social
versus el activismo frenético y desmedido de otros sectores de la
sociedad.
Y lo cierto es que cualquier posición que tomemos
frente a la transformación social contendrá por supuesto muchos
de los elementos anteriores.
Debemos soñar con un mundo
mejor, asumir una postura crítica al examinar los sistemas y
procesos de la sociedad actual, estudiar, colaborar con aquellos
movimientos que tratan de mejorar las condiciones humanas, y actuar
de manera diligente y enérgica.
Nuestros sueños acerca del
futuro de la humanidad son extremadamente optimistas.
Nuestras
convicciones con respecto a la naturaleza de la sociedad que queremos
construir son fuertes, y no vemos ninguna necesidad de ocultar los
elementos de nuestro sistema de creencias, nuestros principios e
ideales, los cuales se expresan y se promueven de forma explícita.
Sin embargo, en lo que respecta a planes y proyectos, a pesar
de la fe profunda que tenemos en la eficacia de los principios que
hemos adoptado, no sentimos que poseemos una fórmula sencilla para
la acción.
Llevar nuestros principios a la acción y volver
realidad nuestros ideales es algo que tenemos que aprender.
Así,
entonces, nos esforzamos al máximo por abordar nuestros esfuerzos
por transformar la sociedad con una actitud de aprendizaje; tratamos
de estudiar, actuar y reflexionar sobre nuestras acciones dentro de
un marco que, en sí mismo, se construye gradualmente.
Y a
medida que avanzamos en este proceso de aprendizaje debemos asegurar
que se produzcan cada uno de los siguientes resultados:
-Nuestra
percepción de la realidad con la que interactuamos deberá ser
cada vez más precisa y bien fundamentada.
-Nuestra visión
acerca de las oportunidades que se nos presentan, de los objetivos y
las metas que nos trazamos, y de la forma en que los alcanzaremos
deberá ser cada vez más amplia y perspicaz.
-Nuestra
determinación para perseguir nuestras metas deberá ser más
fuerte cada día.
-El marco dentro del cual actuamos tendrá
que llegar a ser más elaborado y coherente.
-La manera en que
emprendemos nuestras acciones deberá estar mejor definida y ser
más realista, y los métodos que empleamos para alcanzar nuestros
propósitos deberán ser cada vez más efectivos.
A esto
estamos siendo llamados.
En la entrega de la siguiente semana
explicaremos y detallaremos cada uno de estos elementos.
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conversación.
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