Reparamos directamente a cuantos nos
fue posible…
Cuando pienso en mis días de bebedor, recuerdo
mucha gente a quienes mi vida tocó de manera accidental, pero cuyos
días yo trastornaba con mi ira y mi sarcasmo. Esta gente no puede ya
ser ubicada y las reparaciones directas no son posibles. Las únicas
enmiendas que puedo hacer a aquellos individuos que no puedo ubicar,
los únicos “cambios a mejor” que puedo ofrecer, son reparaciones
indirectas a otra gente cuyos rumbos se cruzan con el mío.
La
cortesía y la bondad, practicada de manera regular, me ayudan a
vivir en equilibrio emocional, en paz conmigo mismo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario