Fernando G. Castolo
A
ese convite se le conoce, desde hace más de cien años, como el
Reparto de Décimas, es decir, de los carteles que traen impreso el
programa a desarrollar durante las festividades religiosas:
Novenario, Colocación de Enrosos, Día de la Función, Alegorías,
Donadores, Encendedores, Eucaristías y Encargados, etc. El ponche,
pues, es una de las bebidas que entusiasman el ambiente que la ciudad
experimenta durante octubre.
Cada
año, cerrando la procesión del Reparto de Décimas, se observa una
especie de carreta, en que se monta una gran pipa que contiene varios
cientos de litros de ponche de granada, la que se obsequia a todos
los feligreses que miran el paso del desfile, que recorre las
principales calles de la ciudad. Y, justamente, es la familia
Cárdenas-Galván la que se encarga de sembrar, cuidar, cosechar,
desgranar, obtener el jugo y, finalmente, mezclar con el alcohol,
para tener listo este elixir divino.
Esta misma familia consigue los típicos jarritos de barro en que se distribuye el ponche. Esta repartición es festiva, por lo que se ameniza con música, que acompaña todo el recorrido. La presencia del ponche de granada en el Reparto de Décimas es la inauguración oficial de la celebración anual con que los zapotlenses ofrendan su agradecimiento a Señor San José.
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