Fernando
G. Castolo*
Los
libros son la pasión incurable de la vida, dice nuestro cuasi paisano Francisco
González Guerrero; y los cuentos de Manzano nos permiten adentrarnos a una
parte esencial de nuestra identidad, porque son inspirados en personajes,
entornos y consejas de una realidad inmediata. Lamentablemente, nuestra barca
llega a zozobrar en muchas ocasiones, porque estas lecturas nos hacen soñar y,
a veces, hasta se sufre, pero la lectura de una nueva historia nos permite
solazarnos en un oasis donde logramos descansar. Estas son las sensaciones
diversas que despiertan, en un lector sensible, las propuestas creativas de
Salvador Manzano Anaya.