Cine sin Memoria
José Luis Vivar
A mediados de los años cincuenta, un
joven camionero de Memphis grabó un disco como regalo de cumpleaños para su
mamá. El pequeño acetato llegó a oídos de una disquera que no dudó en
contratarlo. El muchacho aquel tocaba la guitarra y agitaba las caderas cuando
cantaba. Su nombre: Elvis Presley. Su voz y carismática presencia se
popularizaron y se le llegó a coronar como el Rey del Rock. A partir de ese momento,
la juventud de todo el mundo enarboló la bandera del contagioso ritmo, y
comenzaría una nueva época.