Víctor Hugo Prado
Con motivo de la celebración del Día de la Madre el gobierno federal a través de la Secretaría de las Mujeres posteo en sus diferentes redes sociales el siguiente mensaje impersonal, frío, que no va al corazón de la celebración de un día tan relevante en todos los rincones de nuestro México, el mensaje dice: Este #DíaDeLaMaternidadLibreYVoluntaria conmemoramos el derecho de todas las mujeres a decidir sobre su maternidad, con autonomía, información y libertad. ¡Sigamos construyendo un país donde todas las maternidades sean deseadas, libres y acompañadas! Uff, por poco lloro de la emoción cuando se lo leí a mi madre, la que levantó los hombros diciendo con su cuerpo ¿qué ideólogo se esforzó tanto? ¿acaso por tanto, merecen tan poco?
Continuando con las celebraciones, mañana será el día de la maestra y el maestro. Me anticiparé para hacer mediante texto un reconocimiento a todas y todos en este día tan especial, para expresarles nuestro más profundo reconocimiento y gratitud. El 15 de mayo celebramos mucho más que una profesión: celebramos su vocación, su entrega incondicional y el amor con el que cada día siembran conocimiento, valores y esperanza en el corazón de sus estudiantes.
Ser maestra o maestro no es solo enseñar contenidos. Es abrir puertas, encender curiosidades, tender puentes hacia el futuro. Es creer en cada niña, en cada niño, incluso cuando ellos aún no creen en sí mismos. Es acompañar con paciencia, corregir con ternura y celebrar cada pequeño logro como una gran victoria.
Ustedes los y las maestras son constructores de sueños y sembradores de futuro. Son guías en el aprendizaje, faros en los momentos de duda, y a menudo, también contención, escucha y afecto. Su presencia deja huellas imborrables que trascienden el aula y el tiempo.
Gracias por su compromiso, por su entrega diaria, por adaptarse, por innovar, por seguir creyendo en la educación como herramienta transformadora. Gracias por formar no solo estudiantes, sino mejores seres humanos. Gracias por ser inspiración, por ser ejemplo, por hacer de la enseñanza un acto de amor.
Hoy más que nunca, el mundo necesita de su luz, de su sabiduría y de su corazón. Que este día les devuelva, aunque sea un poco, del cariño inmenso que brindan todo el año. Que se sientan valoradas y valorados, abrazados por la gratitud de tantas vidas que han tocado y transformado. ¡Feliz Día de las Maestras y los Maestros!
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