El juego de los espejos, de Ricardo Sigala

                                               

Pedro Valderrama Villanueva

El juego de los espejos. Qué leen los que escriben (2025), coordinado por Ricardo Sigala, es el más reciente volumen que surge desde el interior del Taller de la Casa de la Cultura de Zapotlán el Grande. Después de la publicación de Indicios. Atisbos de literatura actual en el Sur de Jalisco (2022) y Sábado, diez de la mañana (2023), aparece este nuevo tomo que coincide con el treinta aniversario del surgimiento de este laboratorio creativo.

El juego de los espejos explora otra arista del taller. Ricardo Sigala, en la presentación del libro, señala: “[…] pensé que podríamos escribir, ex profeso, una serie de textos en los que plasmáramos nuestras experiencias de lectura: cómo nos iniciamos en el mundo del libro, qué papel ha jugado la literatura en nuestras vidas, cómo influye lo que leemos en lo que escribimos, entre otros muy variados motivos. El tema era preciso y diverso a la vez, pero evidentemente no sólo queríamos testimonios, también queríamos escribir literatura.”

Asimismo, el coordinador expone otro importante detalle de su laboratorio creativo y que se refleja en los textos compilados en El juego de los espejos: el papel del libro y la lectura. El tallerista explica: “Todos los que han asistido a las sesiones del sábado a las diez de la mañana saben del papel tan fundamental que ahí juega la lectura. A diferencia de la mayoría de los talleres donde se trabaja exclusivamente en la producción de textos literarios (ejercicios, comentarios, observaciones, correcciones, reescritura), el nuestro es también es un taller de lectura. Todas las sesiones comienzan con recomendaciones de libros: hallazgos, sorpresas, reencuentros. Siempre sobran los motivos para el acercamiento a nuevos textos y escritores. Hacemos lecturas en voz alta, lecturas atentas en las que analizamos, diseccionamos, indagamos en ellos.”

Al aproximarnos a los textos que integran El juego de los espejos, descubrimos once miradas íntimas, por parte de los asistentes del taller, que nos revelan los primeros recuerdos y encuentros con los libros y la lectura. La temprana experiencia con estos objetos durante la juventud es, como apreciamos a lo largo del tomo, uno de los hilos conductores Reafirmamos en estas páginas una verdad que la mayoría de los lectores conocemos: el cariño por los libros y la lectura nace desde el seno familiar. En tantas palabras, fue a través de estos primeros contactos en el hogar lo que, en muchas ocasiones, marcó el destino de los asistentes al taller. Además, nos percatamos de otro elemento que entra en juego en esta dinámica: la escuela y, desde luego, los maestros, que también tienen un papel importante dentro de la lectura.

En el presente volumen participan con sus texto:s Alejandro Robalo, Azucena Rodríguez, Emmanuel Rocha, Esther Armenta, Gilberto Callela, María Nieves, Jacobo Moreno, Tochtli Gallegos, Olguín Beatriz, Moreno Leal, José de Jesús Vargas Quezada, Alexia Bermúdez y Héctor Israel Rodríguez. El libro estuvo a cargo de Ecatoco ediciones, proyecto zapotlense encabezado por Karina Ruiz Matuz.

El juego de los espejos, junto a los otros aquí citados, es una pieza más que embona en el extenso mosaico (aún incompleto) sobre la historia de los talleres literarios en Zapotlán el Grande. Por lo pronto, se cuenta con este valioso material para reconstruir la trayectoria del Taller Literario de la Casa de la Cultura, que, seguramente, en los próximos años, seguirá brindando frutos y nuevos materiales bibliográficos, que también nos permitirán seguir sus pasos a través del tiempo. Ojalá otros talleres literarios, organizados tanto en Ciudad Guzmán como en Guadalajara (y otros municipios) también tengan la iniciativa de contar su historia, reunir parte de su producción, para que generaciones venideras cuenten con este material y, por ende, les permita reconstruir el desenvolvimiento literario de su localidad.