Fernando G. Castolo*
"...
Mis triunfos en Zapotlán quedaron atrás, allá me conocían desde niño como
'Juanito el declamador'...", nos dice Arreola en la serie de entrevistas
que le hiciera su hijo Orso y que se publicaron bajo el nombre de "El
último Juglar" (1998). Era verdad, Juan José Arreola poseía el
"don" de la "retención"; le era fácil leer textos y
aprenderlos de memoria, para después expulsarlos y repartirlos como quien
"repartía los pescados" en la bíblica cita de la multiplicación de
los panes.
