Pedro
Vargas Avalos
Un tema
de suma actualidad, desde hace meses, pero ahora tratados con mayor viveza, es
el relativo a los aspirantes a ser candidatos para competir por la presidencia
de la república el venidero año de 2024. Popularmente se les bautizó como
“corcholatas”, debido a que, al mencionarlos, se les “destapó”, en alusión a
otros tiempos cuando algún priísta (tapado, es decir, que nadie sabía que iría
a ser el afortunado) era designado abanderado tricolor por “dedazo” del
mandatario federal en turno; así pues, la costumbre del “tapado” tenía como
corolario, el ser “destapado”, es decir, mostrado públicamente como el “bueno”
para contender por el máximo cargo de elección nacional. Por ello, el término
se popularizó, y ahora, los nominados para llegar a la postulación
presidencial, son llamados “corcholatas”, o sea tapas de botella descorchada.