Víctor
Hugo Prado
El
grupo de hackers autodenominado Guacamaya que se infiltró en un servidor de la
Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y extrajo 6 terabytes de información
interna y confidencial, tiene en jaque a muchos gobernantes, clase política y
empresarios mexicanos. Lo sustraído hace apenas dos semanas está revelando cada
vez más actos de corrupción, excesos del poder, maniobras ilegales y lo que
está por descubrirse en los seis terabytes hackeados que representa el triple
de información divulgada en los Pandora
Papers que expusieron secretos financieros mundiales en 2021, o
el triple también de la información hackeada por Julian Hassange principalmente
al ejército de Estados Unidos, país que se encuentra particularmente molesto
por la revelación que hizo el australiano sobre los abusos que su ejército
realizó en las guerras de Irak y Afganistán.