Víctor Hugo Prado
Vaya panorama está
viviendo nuestro país en su relación con el socio comercial más
importante, gobernado por un personaje que negocia duro. Que digo
negocia, impone duro. Experto en bulliyng, dispuesto a ganar si o si
en lo que se propone y preparado a arrebatar cuando las ve perder.
Pues sí, Estados Unidos ha iniciado una escalada significativa de
presión sobre México, la administración Trump ha comenzado a
imponer restricciones de viaje a destacados políticos mexicanos que
cree que están vinculados con la corrupción en el tráfico de
drogas, dijeron funcionarios estadounidenses en el anonimato. No es
un asunto de “trámites administrativos”.
Los afectados
hasta el momento, son al menos tres figuras políticas mexicanas que
han reconocido tener prohibido viajar a Estados Unidos. La
gobernadora de Baja California y su esposo, así como al alcalde de
Matamoros, Tamaulipas. Y vendrán más, toda vez que, funcionarios
estadounidenses anticipan que más mexicanos serán objeto de
persecución a medida que el gobierno revisa una lista de varias
docenas de figuras políticas identificadas por agencias policiales y
de inteligencia como vinculadas al narcotráfico, como lo señala Tim
Golden, en una publicación digital denominada Propública.
Afirma
el periodista que “la lista incluye a líderes del partido
gobernante de la presidenta Claudia Sheinbaum, varios gobernadores
estatales y figuras políticas cercanas a su predecesor, el
expresidente Andrés Manuel López Obrador, según informaron
funcionarios estadounidenses que insistieron en el anonimato para
poder hablar sobre planes políticos delicados”. Periodista al que
trae atravesado la Presidenta porque considera que está manchando la
imagen de su gobierno y sus gobernadores, cuando lo que debería
hacer es investigar las relaciones de cada uno de los Gobernadores de
los estados, los que muchos, con el fin de llegar al poder
construyeron relaciones perversas, que ahora pesan sobre sus hombros.
Mire usted, no son especulaciones, hace apenas el 15 de mayo
fue dado a conocer el informe de la Administración de Control de
Drogas de Estados Unidos (DEA)
2025. Váyase para atrás, los cárteles mexicanos como el de
Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) encabezan la
producción y el tráfico de drogas sintéticas como el fentanilo y
la metanfetamina hacia Estados Unidos. El informe sostiene que la
corrupción gubernamental y de las fuerzas de seguridad es un motor
de fuerza para los cárteles de México. Más allá de alimentar las
muertes por sobredosis en Estados Unidos, los cárteles se involucran
en la violencia extrema, incluyendo los asesinatos, intimidación,
toma hostil de territorios y de rutas de tráfico en México y en
América Latina. No solo son visas, es el panorama de colusión de
gobernantes con el CO y es la permisividad para controlar
prácticamente todo el territorio nacional.
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