Roberto Espinoza Guzmán, nace un 6 de agosto de 1926. |
Adrián Gil Pérez
En septiembre de 1985, procedente de Contla, municipio de Tamazula, llegué a Ciudad Guzmán para cursar el Bachillerato Pedagógico y luego la licenciatura en educación primaria en el Centro Regional de Educación Normal. En esa época, casi al finalizar la década de los años ochenta, conocí a Juan Octavio Espinoza Arreola, alias “El Pato”, hijo de Roberto Espinoza Guzmán y de Virginia Arreola. Nuestros encuentros, muy esporádicos, fueron amenos y centrados temas culturales de su persona y familia, fue así como tuve acercamiento a la obra literaria de su padre, pues me proporcionó fotocopia del trabajo que presentó, en 1981, para ingresar a la Sociedad de Geografía y Estadística de Jalisco, el cual versó sobre las pinturas rupestres en las piedras de “Los Compadres”, mismas que no fueron ni han sido debidamente apreciadas. Era gratificante, para mi gusto juvenil, acudir al café-bar Tepancali, ubicado en el centro de Ciudad Guzmán, pues ahí “El Pato” amenizaba el ambiente con sus trovas musicalizadas con la guitarra, muchas de su autoría y con un perfil local. Celebro que el escritor Ricardo Sigala, en la Gaceta del Centro Universitario del Sur, Año 14, Número 183, se haya ocupado en escribir sobre la vida y obra de este singular personaje.