miércoles, 3 de diciembre de 2025

Hablemos de cucharas

 


Salvador Encarnación


Existen cucharas de distintos tamaños, precios, lujos, materiales y usos. Quizá las menos apreciadas son las que se encuentran en la cafetería de los velorios. La olvidada es la que usamos por primera vez en la infancia.



La cuchara para menear los frijoles, en su olla de barro, por mucho tiempo fue de madera y prieta. He visto que ahora utilizan unas de peltre y en las cocinas fifís se usan de acero inoxidable.

La cuchara del pozole es, o debe seguir siendo, de madera. La señora que lo sirve, vierte en el plato dos porciones generosas de grano y caldo; cotorrita es la cuchara que se usa para comérselo.





Una cuchara gringa para la dieta: tiene un agujero en el centro para disminuir, y mucho, el consumo de alimentos.

La cuchara del café es pequeña. Por el contrario, la cuchara de albañil es grande, plana y tosca. El “media cuchara” es un peón que ya casi llega a maistro albañil.

“No metas tu cuchara” se dice para que no se opine o participe. “Este donde quiera mete su cuchara” se le dice a un metiche.

“Pásame una cuchara” es una frase común a la hora de comer.

Las cucharas de plata si no están bien pulidas dejan un sabor a cuchara.






Los dentistas usan dos tipos de cucharas. La cucharilla de impresión dental que sirve para obtener el molde de la dentadura y la temible cucharilla de legrado, que la utilizan para la limpieza dental.

Una cuchara servicial es la que acompaña a la gaveta del incienso. El sacerdote la llena de ese perfume granulado y lo esparce en las brazas del incensario.





“Cuchara” fue el primer apodo de Octavio Paz. Durante su niñez vivió en Estados Unidos y lo inscribieron en un kindergarten. En el almuerzo no tenía cuchara para comer y desconocía la palabra spoon para pedirla. Al preguntarle la solicitó en español: cuchara. Sus compañeros al escucharlo, soltaron en coro: ¡cuchara! ¡cuchara!


“Dormir de cucharita”, no se comenta por respeto a las buenas conciencias.

“Sírvete con la cuchara grande” le dijo Mauricio Garcés a una belleza que tenía en sus brazos.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Popular Posts