Carlos I. Toledo
Vizcaíno
En los últimos meses, en Morena Jalisco
se ha visto y se percibe la polarización que existe entre las bases
(la militancia ideológica) y la dirigencia estatal del partido
movimiento que, junto con los “nuevos” referentes, resultado de
la Mega Alianza que lograron ganar municipios y diputaciones,
agrandan, cada vez más, la brecha de diferencias y sentimientos
encontrados entre ambos; podría decirse que son “las dos caras de
la 4T en Jalisco; una: la de la lucha social, con los problemas que
nos aquejan todos los días, y la otra: la de los grupos de la 4T
(Mega Alianza) que ostentan el poder del partido y del gobierno,
resultado de las pasadas elecciones”.