lunes, 25 de septiembre de 2023

Falta de servicios públicos también son formas de pobreza


 



Salvador Mateo


Para los que no realizamos trabajo de investigación directa y tenemos la necesidad de acercar la lupa sobre algunos temas que afectan la vida diaria del pueblo de México, nos queda la opción de buscar información de especialistas que publican sus investigaciones de diversos temas en algunos sitios digitales como la revista www.nexos.com.mx, en donde está disponible un estudio más profundo realizado por investigadores de la universidad nacional autónoma de méxico (unam) sobre la caída de la pobreza multidimensional en 2022 revelada por el consejo nacional de evaluación de la política de desarrollo social (coneval) en su reciente informe.



Los autores destacan que durante los años 2016, 2018 y 2020, el Coneval había dado conocer dos cifras de pobreza, una en la que emplea directamente los datos de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) y otra en la que obtiene los datos de ingreso del Modelo Estadístico de Continuidad (MEC), el cual acomplementa y completa la serie de pobreza que había marcado en años anteriores. Sin embargo, para este 2022 el Coneval solo difundió las cifras del ENIGH, pero no las del MEC. O sea, el Coneval midió la pobreza en forma incompleta y se le señala que omitió la serie que no resultaba favorable para el gobierno.

Los que nos hemos echado a cuestas la honrosa tarea de organizar y educar al pueblo trabajador para que tome en sus manos las riendas del poder de la nación y desde alli impulse nuevas medidas económicas para hacer de México una patria más próspera y justa en beneficio de todos, debemos hacerle ver la terrible realidad en que vive, incluidas las personas como los Adultos Mayores a los que, en efecto, a diferencia de sexenios anteriores, este gobierno si les está entregando un poco de dinero del erario público que generamos todos los mexicanos.






Como es del dominio público, el grupo político que arribó al poder de la nación en 2018, se dio cuenta oportunamente que entregar apoyos asistenciales a este sector de la población es redituable electoralmente, es decir no les interesa acabar con la pobreza, sino generar clientela electoral. La historia ya ha demostrado que las dadivas que fueron entregados en gobiernos no han acabado la pobreza, y en el actual no es la excepción.

Los investigadores de la UNAM destacan: los dineros dispersados por el gobierno mediante sus programas sociales tienen un efecto más bien reducido. Por ejemplo, en 2022, sin dichos programas, la pobreza habría sido mayor en 2.1 puntos porcentuales y en 2018 en 1.2 puntos porcentuales, lo que quiere decir que la reducción en 2022 fue apenas 0.9 puntos porcentuales, mayor que la alcanzada en 2018. Esto en la reducción de pobreza, pero el porcentaje de las personas en situación de pobreza extrema aumentó del 7.4 por ciento en 2018 a 8.7 por ciento en 2022.

Esta realidad no podrá ser cambiada con discursos adormecedores, pero los engaños y la manipulación oficial que se lanza todos los días y a todas horas desde Palacio Nacional, si hacen mucho daño al pueblo trabajador. Al tratar de ocultarle la realidad, se evita la posibilidad de que pueda buscar alternativas para salir de la situación en que vive. Por lo que es necesario hablarle con la verdad.






El pueblo de México, no puede perder de vista que la pobreza aquí y en todo el mundo tiene varias dimensiones. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU): la pobreza no es sólo económica. La malnutrición, la corta esperanza de vida, la falta de agua potable y de sistema sanitario, la enfermedad, el analfabetismo, la imposibilidad de acceder a la educación, a la cultura, a la atención sanitaria, al crédito o al capital, también son formas de pobreza.

Asimismo, el Coneval para registrar la evolución de la pobreza a lo largo del tiempo toma en cuenta el acceso a servicios básicos en la vivienda en la medición multidimensional de la pobreza. El indicador de carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda incluye cuatro elementos: la disponibilidad de agua potable, disponibilidad de drenaje, servicio de energía eléctrica, y el tipo de combustible utilizado para cocinar.

Los que orgullosamente formamos parte del Movimiento Antorchista, desde nuestra aparición en el escenario nacional hemos reiterado que nuestro principal y único enemigo es la pobreza. Por eso, desde hace casi cinco décadas hemos venido dando una lucha incansable ante los tres niveles de gobierno, no solo por apoyos asistenciales, sino por servicios básicos. Nos dimos cuenta oportunamente que la falta de servicios públicos también son formas de pobreza.






Los que conocemos directamente la pobreza, si bien es cierto que para hacer nuestras denuncias nos apoyamos en las estadísticas oficiales, es para hacer ver que nuestras demandas, son justas y legitimas. Pero sobre todo, destacar que existe información generada por los organismos autónomos como el Inegi que tienen disponible las autoridades para tomar decisiones en materia de carencias sociales. Por ejemplo, el mismo Coneval revela que casi la tercera parte de los habitantes del estado de Jalisco, es decir, 2.4 millones de jaliscienses sufre carencia de agua.

De acuerdo con el Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua en el Estado de Jalisco, 159 colonias y otras 55 ubicadas en zonas altas sufren por los tandeos en el Área Metropolitana de Guadalajara. Sin embargo, aunque los habitantes no acceden al vital líquido de forma constante, las industrias, comercios y oficinas de Gobierno mantuvieron el mismo gasto.

El pueblo de Jalisco y de México tiene que informarse y rebelarse contra las injusticias, no puede conformarse con ver que el gobierno reparte dinero para manipular, mientras deja al país sin médicos ni medicinas, sin escuelas, sin guarderías, sin agua potable, sin drenaje ya sea sanitario o pluvial, así no se reparte la riqueza, porque lo hacen a costa de que la economía no crezca y no mejoran los salarios.

Para repartir la riqueza primero hay que producirla y cuando ya está producida no se puede regalar en forma de dádivas a la gente; repartir la riqueza es crear escuelas, hospitales, crear infraestructura en los pueblos, agua, electricidad, banquetas, pavimentos, espacios públicos, unidades deportivas, laboratorios, etc., y también para darle empleo y buenos salarios a la gente; así se reparte la riqueza social. Solo así se podrá acabar con la pobreza, como propone el Movimiento Antorchista Nacional.





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