jueves, 14 de septiembre de 2023

Bancas de cantera con gran valor histórico

 


Eduardo Ramírez Ruelas*



Existen muchos monumentos antiguos que se cruzan en nuestro diario caminar del paso cotidiano: monumentos, construcciones, fuentes públicas, casonas, fachadas de edificios y elementos decorativos diversos. Pasamos frente a ellos distraídos por nuestras diarias ocupaciones sin advertir ni conocer la historia que muchas de ellas contienen. Tal es el caso de las bancas de cantera del jardín Morelos o plaza principal de Atoyac Jalisco.







Ahora se muestran deterioradas y dañadas por el paso del tiempo y la apatía de los gobiernos y los vecinos. Algunas incompletas, presentan daños tan severos que al verlas en tan lamentable estado se pensaría que es mejor quitarlas por completo y sustituirlas por otras nuevas, vistosas y modernas.


Pero cuando investigamos y nos percatamos que esas bancas vetustas y deterioradas fueron puestas en ese sitio en un momento histórico y determinante del pueblo de Atoyac, las piedras de cantera empiezan a hablar, a revelar su historia y exigen a todos no sólo permanecer para las nuevas generaciones, sino, ser verdaderamente rescatadas por un trabajo profesional de restauración.





He aquí el hecho histórico:


En el Porfiriato el jardín público de Atoyac estaba circundado por una barda perimetral de ladrillo que impedía el ingreso a las familias pobres. El jardín municipal era un espacio privado, exclusivo para la gente adinerada de la población. Los domingos y días de plaza los ricos estaban adentro y los pobres por fuera. Entonces el pueblo se organizó para exigir se derribara este muro de la ignominia, la discriminación y la injusticia. El muro, finalmente, fue derribado en 1910. El pueblo para festejar este triunfo decidió poner estas bancas, pero en lugar que hiciera que el jardín pequeño y privado creciera, para ser utilizado por todos. Entre 1911 y 1912 se pusieron las bancas en el lugar justo donde ahora están.





Hoy las piedras de cantera nos hablan, nos reclaman su existencia, nos piden a gritos que no olvidemos que no son sólo muebles urbanos, que son mucho más que eso. Entonces ya no podemos pasar frente a ellas ignorando el hecho histórico de este pueblo y por eso serán rescatadas por un equipo de restauración profesional que les vuelvan a dar vida y mantengan para las futuras generaciones este patrimonio histórico del valiente pueblo de Atoyac.


*Maestro por el Centro de Estudios de Posgrado.




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