El centro histórico: treinta años después

 

Fernando G. Castolo

Hace tres décadas que el gran proyecto de remozamiento del Centro Histórico de la Ciudad fue culminado en una de sus más importantes etapas. El 14 de septiembre de 1993, finalmente, el comercio distribuido en torno a los portales, fue establecido en pequeños kioscos que se dispusieron sobre las arterias peatonalizadas de Prisciliano Sánchez y Alejandro de Humboldt.

Recordemos que fue gracias a las gestiones del Presidente León Elizondo Díaz que se baja un significativo recurso, por parte del Programa “Cien Ciudades Medias”, para aplicarlo en hermosear el primer cuadro de la ciudad, proyecto que fue ejecutado durante las siguientes administraciones presididas por Alberto Cárdenas Jiménez y Rafael Ríos Martínez.

Una de las más complejas maniobras en el desarrollo de las obras, fue la tarea de convencimiento para reinstalar a los comerciantes en un lugar que especialmente les fue diseñado, a fin de que liberaran los espacios que, por años, mantuvieron en los portales.

La tarea no fue fácil y los encuentros y los diálogos se prolongaron por varios meses, hasta conciliar la conveniencia de las partes. Hoy en día, Ciudad Guzmán goza de un Centro Histórico digno, aunque poco a poco se observa cómo los portales se vuelven a estropear con vendedores ambulantes, con mercancía y con comedores de algunos negocios gastronómicos; inclusive indigentes que se apropian de estos espacios.

El esfuerzo valió la pena, por supuesto, pero ahora les toca a las subsiguientes generaciones determinar qué tipo de Centro Histórico desean heredar a la posteridad y, eso, es una responsabilidad común que tendrá sus propias consecuencias.