domingo, 10 de septiembre de 2023

Marcelo

 


Salvador Encarnación


"Si no sabes perder, no juegues", es una antigua sentencia que se invocaba cuando alguien, de forma álgida, no reconocía su derrota. Ésta bien puede aplicarse a Marcelo Ebrard. Desde antes, y por todos los rumbos, se le aseguró que quien encabezaba las encuestas era Claudia.



La prensa dio a conocer anticipos que no le favorecían a Ebrard. Políticos, más por insidia que por benevolencia, también le aseguraron que Claudia era la ungida. Él siguió adelante. Su equipo participó en la elaboración de la mecánica de trabajo de las encuestas. El, siguió adelante. Su andar era el de un candidato seguro.


Desde que se inició el proceso de selección, él fue quien pidió piso parejo. ¿Él? Fue la pregunta. Si había en el Gabinete alguien con todos los reflectores era precisamente él, Marcelo. Casi, casi, el representante personal de López Obrador en el extranjero, principalmente.





En base a "los adelantos" que no le favorecían, se le preguntó, en las puertas del INE, si seguiría en MORENA. Categórica fue su respuesta: "A los que les urge que me vaya de MORENA, es a quienes les vamos a ganar".


El día del arranque de las encuestas, Marcelo miró serios problemas. En base a su observación se aprobó un día más de trabajos para reponer el tiempo perdido. Durante su desarrollo declaró su preocupación por las inconsistencias que presentaban los trabajos. Declaró a la prensa sus dudas. Hay algo que se debe decir: Su equipo aprobó ese método del que ahora se queja.





De que ese enmarañado método es perfectible, es verdad, y más por ser inédito. Y exageraron: la boleta fue circular para evitar primeros lugares. Es de señalar que todos los participantes estuvieron de acuerdo que las casas encuestadoras fueran: Buendía y Márquez, Mercaei, De las Heras Demotecnia y Heliga Consultores. Y, todas ellas le dieron el triunfo a Claudia con un promedio de 39.38% de aceptación contra el 25.78% del excanciller.


Fue de risa (mil disculpas por el decir) cuando Marcelo pidió que se repitiera el ejercicio por las inconsistencias detectadas, aunque el resultado le fuera favorable. ¿Favorable? Si nunca lo fue.





Este berrinche trajo a la memoria otro ocurrido a finales del salinismo: Camacho Solís empecinado a ser el favorecido por el ahora difunto dedazo. Y el dador de candidaturas dijo: "No se hagan bolas, el candidato es Colosio". (q.e.p.d)


Otros ganadores fueron los de la oposición. De inmediato salieron "al aire" para incrementar, o al menos darle eco, a las palabras de Marcelo y, aprovechando el viaje, decir que la fuerte es Xóchitl.


Conclusión. Medio mundo esperaba este escenario en el que se encuentra sumergido Marcelo. Dijo que el lunes (11 de septiembre) daría una respuesta sobre su futuro político. Se aventura uno: puede ser candidato presidencial por otro partido, si ese es su interés. Ser candidato independiente no es su interés, ya lo manifestó. Pero ser candidato ganador, está muy difícil.




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