Eduardo
Campos Flores*
No se
habla mucho de la obra ferroviaria del Corredor Interoceánico del Istmo de
Tehuantepec, seguramente porque los daños medioambientales o los sobrecostos no
son de la dimensión del Tren Maya en la que se llevan talados alrededor de ocho
millones de árboles y cuyo costo original se contemplaba en 120,000 millones de
pesos, pero tras las modificaciones en su ruta y mecanismo de vías, el precio
ha ascendido a los 230,000 millones de pesos.