Ofrécele (al alcohólico)
tu amistad y compañerismo. Dile que, si quiere ponerse bien, tú
harás cualquier cosa por ayudarlo.
Yo recuerdo la atracción que sentía hacia los dos hombres de A.A. que hicieron el Paso Doce conmigo. Me dijeron que yo podía obtener lo que ellos tenían, sin condiciones, y que lo único que yo tenía que hacer era tomar la decisión de unirme a ellos en el sendero de la recuperación.
Cuando yo trato de convencer a un recién llegado para que
haga las cosas a mi manera, olvido lo beneficioso que era para mí la
generosa amplitud de mente de esos hombres.

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