En
una noche inolvidable, la Orquesta Filarmónica del Estado de Colima
ofreció un concierto colosal que envolvió el ambiente de
solemnidad, belleza y espíritu festivo. Con 65 músicos en escena,
cada nota resonó con fuerza y sensibilidad, recordándonos que la
música tiene el poder de unir, conmover y transformar.
El Cascanueces, una de las obras más representativas de la temporada navideña. Momentos como este demuestran que el arte es un puente que nos une.

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