Eduardo Ramírez Ruelas
Hay libros de libros. La gran mayoría pasan por nuestros ojos y vuelan para perderse en el olvido, sin dejar rastro ni huella. Otros, más afortunados, nos llenan de cierto placer que logra extenderse por días, meses y años o una vida completa. Son éstos, dignos de aprecio emocional bien ganado. Pero hay otra tercer categoría de libros que podrían denominarse imprescindibles, son estos libros tan necesarios que son recibidos con agradecimiento. Tal es el caso de Mosaico literario del Sur de Jalisco, voces y pasajes de una tierra de escritores. Coordinado por Andrea Reynoso Gutiérrez.
Sería desconsiderado no mencionar el trabajo de selección y recolección que Reynoso Gutiérrez hizo, para poder construir un panorama que intenta una muestra relevante de las prodigiosas mentes del pasado siglo de nuestra región, reunidas en este pequeño material impreso. ¿Qué faltaron algunos? Sí es cierto. ¿Qué alguno sobra? No estoy de acuerdo.
Lo que sí quiero resaltar es el carácter de imprescindible de este libro. Desde el momento en que rescata a los grandes y consagrados autores de la región de la centuria pasada, a través de ensayos, de los que escriben el presente literario; ya vale la pena darle un lugar de nuestro agradecimiento, por conservar la memoria de los que aportaron en el pasado, a través de quienes lo hacen en el presente.
De esta manera, Ricardo Sigala nos muestra dentro de su participación dos cosas simultáneas: la admiración en muchas latitudes del mundo sobre la obra arreolina, a la vez de la identidad, amor y orgullo de Juan José por su patria chica. Carlos Axel Flores Valdovinos muestra como Zapotlán a través de la mirada de Guillermo Jiménez y Juan José Arreola, aunque desde perspectivas diferentes, no sólo comprenden su entorno, sino que lo elevan a la imagen literaria que trasciende. Guillermo Tovar Vázquez hace un recuento de pasajes biográficos interesantes de Ramón Rubín, quién en sus últimos años de vida, decide su residencia en Autlán donde se funde e integra. Andrea Reynoso Gutiérrez hace lo propio describiendo los sitios emblemáticos de Autlán recorridos por Antonio Alatorre. Kenia Cornejo Márquez a la vez que explica la razón de la brevedad de la obra de Rulfo, da un amplio panorama de su desarrollo como escritor y la presencia de su geografía de origen en su obra. Finalmente, Pedro Valderrama Villanueva nos habla de la Biblioteca de Atoyac, creada a iniciativa de Don José Luis Martínez.
Entonces, lo común de estos trabajos es el de encontrar la liga de estos grandes escritores con su lugar de origen. Otra cuestión común es que quienes escribieron los trabajos son las plumas más autorizadas de la región para hacerlo. Agrego, que Mosaico Literario del sur de Jalisco, es en este momento un libro necesario, pero en el futuro será un libro recurrente e imprescindible para todos los interesados en el mundo literario por las aportaciones aquí vertidas.
*Consorcio del Capítulo Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco, A.C.
Es importante hablar de las nuevas generaciones. Los maestros anteriores ya lograron un lugar del cual nadie los va a mover. Son los nuevos los que necesitan difusión para crear una continuidad entre las enseñanzas de los viejos y los resultados de los vivos.
ResponderBorrarAgrego, también, que el novísimo (ya ni tanto) formato del blog debería ser incluido tal como se hace con las revistas literarias en el estudio contemporáneo. Sé que muchos de ellos son esporádicos y difíciles de encontrar, pero ese es, precisamente, el papel del investigador.
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