Fernando G.
Castolo*
Sobre esta población algo o mucho escribió don Federico Munguía Cárdenas, el célebre cronista de la antigua Provincia de Ávalos, apuntes que sumaron sobremanera a este estudio, pero con una reinterpretación en su tratamiento que emana de esa querencia por la sangre que discurre en sus venas.
El maestro Antonio es un erudito en estos estudios, los cuales formalizó a través del magisterio en aulas del nivel superior, y nos ofrece datos novedosos para entender el por qué llamándose la prehispánica población Usmajac, se venera en su parroquia a una diminuta virgen bajo el título de Nuestra Señora de Amatitlán; y él mismo interroga: Qué fue primero, Usmajac o Amatitlán? La lectura de este breve libro lo transporta a uno hacia los lugares, las hazañas, los personajes que conformaron el particular rostro de esta porción del Sur de Jalisco, resaltando la importancia de la población en el escenario virreinal, por ser la residencia de varios notables encomenderos en la época.
Abordar la lectura de "Axomajac de la Santísima Trinidad" es un deleite para quienes amamos la historia particular de este rincón geográfico, ya que suma piezas importantes para conformar el gran rompecabezas de este rico mosaico cultural que poseemos.
Esta labor tan entrañable nos hace pensar en la relevante tarea que estos artesanos de la historia poseen y con la cual construimos la trascendente dimensión de lo que somos y representamos más allá de época y fronteras. Mi reconocimiento a don Antonio Ramírez Díaz por esta hermosa aportación.
*Historiador e investigador.
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