Leticia
López del Toro*
Confinada
en casa ante la situación que ha impuesto la pandemia, a veces desesperada,
cansada, temerosa ante la incertidumbre del momento presente, me da por pensar
y extrañar aquella cotidianidad en la que por las mañanas y a veces con pereza,
me preparaba para acudir a mi centro de trabajo, lugar al que llegaba, hacía,
convivía, decidía y participaba con mis compañeros, amigos y otros colegas.
Pienso en aquellos días en los que con entusiasmo y también ansiosa, imaginaba
cómo sería el grupo con el que compartiría la mañana de trabajo en un curso.