Gilberto
Moreno
Mientras
haya agua en el valle de Zapotlán, sus habitantes, su comercio y sus
actividades agrícolas seguirán floreciendo y dando sus frutos: para el estado,
para México y para el mundo.
Si
debido a la sobreexplotación agrícola, a la irresponsabilidad privada y
gubernamental, a la falta de planeación y a la ignorancia colectiva, el agua se
termina en el valle de Zapotlán, habremos destruido nuestro futuro como
sociedad y centro productivo regional. Sin agua, las empresas agrícolas se irán
aún más rápido de cómo llegaron y Ciudad Guzmán se convertirá en una ciudad
anémica con una profunda crisis ecológica, social, económica y política. Será
un pueblo sin agua, sin empleos, sin empresas; solamente caos y sequía.