Los
conjurados
Ricardo
Sigala
Conocí a
Pablo Zavala hace más de una década, llegó al CUSur para estudiar la carrera de
Letras Hispánicas, de la que soy profesor desde el año 2007, y eso me permitió conocerlo
como alumno, pero también como persona, digamos como ciudadano, porque está
claro que Zavala siempre se identificó como un agente social. Desde el primer
momento se mostró como una persona inquieta, muy inquieta diría yo, un sujeto
que le tenía mucho respeto a los libros, pero que en su fuero interno sabía que
su ámbito estaba definitivamente marcado por la realidad física, por la acción,
por la actividad política y la gestión cultural.