miércoles, 9 de agosto de 2023

Los nuevos libros de texto

 



Víctor Hugo Prado



Enorme polémica han provocado los nuevos libros de texto, columna vertebral de los aprendizajes de las niñas y niños, que en teoría entrarán en funciones el 28 de agosto, y que ha derivado en una abierta polarización a favor y en contra, y que promete continuar al menos hasta que la autoridad judicial determine de fondo su destino.



Las críticas formuladas por expertos educativos, padres de familia, docentes, organismos sociales y empresariales, señalan que contienen sesgos ideológicos, que los conceptos para abordar algunos temas de carácter social se construyen de eslóganes y frases comunes usadas en una etapa de la izquierda trasnochada, al que se suman faltas de ortografía, de gramática, de sintaxis, pasando en algunos casos por datos imprecisos o errores de cálculo que han sido expuestos en medios de comunicación y por expertos en la materia.


Si a ello le sumamos que su elaboración se hizo en petit comité sin consultar a educadores, pedagogos, expertos en educación y padres de familia, como lo mandata la Ley, y que la información sobre la metodología utilizada en su construcción ha sido reservada como secreto de Estado por cinco años, pone en crisis su aplicación para este cercano inicio del ciclo escolar.





No por nada, el poder judicial ha puesto freno a la publicación y distribución de los materiales educativos. Demandando una revisión de fondo frente a la oposición del Ejecutivo Federal, quien ha anunciado que los libros van, inspirados en la Nueva Escuela Mexicana. Para ello, la Secretaría de Educación Pública estará informando del contenido y sus particularidades en sesiones vespertinas que podremos ver en cadena nacional. Por supuesto, no para aceptar las críticas, no para enmendar la plana, no para reconocer que pudo hacerse un ejercicio de elaboración con mayor rigor científico y metodológico, no para darle una mejor dimensión a la comunicación y las matemáticas. No para aceptar que se pueden mejorar los contenidos para construir mentes que reflexionen de manera crítica, para que perciban al mundo basado en la competencia y en el desarrollo humano de los individuos y que éstos contribuyen al desarrollo comunitario. Las sesiones vespertinas, buscarán justificar e imponer lo elaborado, es decir, los libros van, incluso por encima de lo que resolverán las instancias judiciales de competencia.


Contar con libros cuestionables por sus contenidos, sin dimensiones internacionales y globales, con escaso contenido en matemáticas, será grave, como grave es no contar con libros ni recursos que apuntalen la educación de calidad, Jalisco lo hará. En el complicado escenario que viviremos en el país en torno a lo que se resuelva en la educación, los que pueden perder serán, sin duda, las y los estudiantes y sus familias, con repercusiones severas en la sociedad en su conjunto.





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