Los conjurados
Ricardo Sigala
La
crónicas regionales registran una visita de Venustiano Carranza a Ciudad Guzmán
en 1916, y a un joven Guillermo Jiménez recibiéndolo con un “bienvenido a
Zapotlán, caballero azul de la esperanza”. Se dice que el líder revolucionario
quedó tan bien impresionado por el talento oratorio de Jiménez que lo favoreció
con una beca para que se fuera estudiar a Francia. Pronto se incorporaría al
servicio exterior mexicano en España donde coincidió con Alfonso Reyes y
Artemio del Valle Arizpe, a partir de este momento Jiménez tendrá una intensa
vida social y artística que durará hasta la década de los años sesenta.