miércoles, 2 de julio de 2025

Voz entre generaciones. Julio César Aguilar y la poesía jalisciense del siglo XX

 


Carlos Axel Flores Valdovinos



En la Enciclopedia de Literatura en México: se menciona que Julio César Aguilar es “Poeta, editor y traductor. Médico Cirujano por la Universidad de Guadalajara. Maestro en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Texas en San Antonio. Doctor en Estudios Hispánicos por la Universidad A&M en Texas. Es profesor de Lengua y Literatura en la Universidad Baylor, Estados Unidos. Ha coordinado varios talleres de Creación Literaria”.



Nacido en Zapotlán el Grande en 1970, el vate Julio César no es sólo una voz, sino un tejido de múltiples voces. Médico de profesión y poeta por naturaleza, su palabra supo fundir la precisión científica con el misterio de la emoción, logrando rescatar el instante poético como si de un bisturí sagrado se tratara. El poeta es un artista creador, tal como él mismo expresa: “Con la palabra rescato el instante poético y logro saborear la presencia de la poesía. Así como otras personas pintan, o esculpen, yo con la escritura manifiesto mi vivencia”. En su poesía, lo pequeño se agiganta y lo cotidiano se revela sagrado. El patio, la bugambilia, el instante, el silencio, la flor, el ave, la luz: en todos ellos se revelan epifanías. Como si los objetos del mundo guardaran secretos que sólo el lenguaje poético pudiera vislumbrar. Y es que Julio César no escribe solo poesía: la vive. En cada verso suyo hay una vivencia, una emoción traducida en palabras que no buscan el ornamento, sino la verdad interior. Su estilo es escalonado, breve, a veces en prosa poética, pero siempre con una intensidad que nos deja en vilo. Es un poeta que no necesitó de alardes formales para conmover. En su escritura se respira la mansedumbre del asombro. Tal vez por eso su poesía resulta tan cercana, tan entrañable. Porque no es sólo belleza, sino vivencia, presencia, hálito.




Julio César Aguilar no surgió de la nada. Su sangre es savia que nace del lenguaje artesanal del terruño. Su infancia estuvo atravesada por el eco de Juan José Arreola, aquel pariente mitológico al que veía en la televisión mientras su madre le decía: “Ese señor es familia nuestra”. Al niño Julio César le encantaba lo que decía Arreola aunque no comprendía todo su sentido y significado. Cabe señalar que Arreola fue primo hermano de su abuelita. Su bisabuelo es tío de él, Daniel Zúñiga, hermano de su mamá Victoria Zúñiga. Julio César Aguilar se entrevistó un día con el escritor Juan José Arreola, vía telefónica diciéndole: “Soy nieto de Soledad Zúñiga, de su prima. Me gustaría conocerlo; yo escribo y me gustaría llevarle lo que hago”. Arreola, que lo recibió en su cabaña y al leer sus textos dijo: “Para tu edad, esto tiene sentido”. Aquella validación temprana no sólo sembró esperanza, sino que afiló la sensibilidad de Julio César hacia el lenguaje como herencia y destino, tal como lo expresa el vate zapotlense: “Inicié a escribir y a leer literatura con Arreola, fue mi maestro allá en el pueblo”. Tiempo más tarde, coincidió en la Casa de la Cultura de Ciudad Guzmán, siendo el director Juan José Arreola, con el escritor German Lizt Arzubide, el padre del estridentismo. También participó activamente como miembro del grupo Arquitrabe y visitó el taller de Elías Nandino en Cocula, además de frecuentar los talleres de Ricardo Sigala en Zapotlán y en Guadalajara de escritores como Víctor Manuel Pazarín, Ricardo Yáñez, David Huerta, Raúl Bañuelos.


Como editor se reconocen sus hojas de poesía: Crisol y La llama ardiente, además de la revista literaria Orfeo, en la colección editorial: “La otra orilla”. Crisol es una compilación de textos de poesía jalisciense reunidos desde diciembre de 1996 a noviembre de 1997 en la Colección “La otra orilla” (12 hojas de poesía). Se comenta que fue “la primera en ofrecer un diagnóstico de la poesía en algunas partes de Jalisco y la segunda por permitirnos la totalidad de su trabajo en un libro”. Crisol está compuesta de 51 poemas, “de los cuales la mitad evoca el suplicio de Cronos, un menos trabaja sobre los menesteres de Cupido, y otros menos sobre los caprichos de las Parcas”. Crisol del editor Julio César Aguilar fue un proyecto editorial que pretendió dejar constancia de escritores como: “Rojo” de Guadalupe Ángeles, “Secuencia fotográfica” y “La visión” de Antonio Marts y “Las vacas” y “Sopla el viento” de Martín Rolón, por mencionar algunos.





La revista Orfeo que editó Julio César Aguilar fue presentada el 3 de julio de 1998 en Guadalajara, a cargo de Artemio González García, Martín Almadez. Lectura de Silvia Quezada, Hilda Figueroa y Candelario Villanueva. Julio César publicó en Hojas Literarias: “Nostalgia de no ser mar”, que salió con el título “Mano abierta” en la Editorial Mala Estrella, de Víctor Manuel Pazarín en 1998. Rescoldos su primera ópera fue publicada en la Colección “La Rueda y el Alfabeto” (Núm. 7), por la Editorial Mala Estrella, con tiraje de1000 ejemplares editada por Víctor Manuel Pazarín, quien publicó a autores selectos como: Guillermo Ochoa, Guadalupe Ángeles, León Plascencia Ñol, Alejandrina Torres y Ramiro Aguirre. Rescoldos es un breve poemario de 32 páginas (poemas de dos o tres versos) donde la brevedad se expresa en una prosa poética galante de estilo escalonado en verso libre.


El editor de la Hoja de Poesía Crisol, y de la revista literaria Orfeo, además coordinó talleres literarios en el sur de Jalisco, como el taller de literatura en Arandas, en la Casa de la Cultura de Zapotiltic y en la Casa de la Cultura “Juan Rulfo”, en Sayula. También impartió talleres en Guadalajara como el Taller de Poesía en el Centro Cultural Jaime Torres Bodet y desde agosto de 1998, el taller de literatura en la Biblioteca Central “Ramón García Ruiz”, todos los martes de 5 a 7 pm. En noviembre de ese mismo año, impartió el Curso de Literatura (sobre poesía y narrativa) en la Casa Cultural Origen, que se llevaba a cabo los jueves de 7:30 a 9 pm. Julio César Aguilar formó parte del grupo de autores que publicaron en “Ediciones Plenilunio”, participando en el Ciclo de “Literatura Fantástica” junto a Elsa Abaddie, Carlos E. Ramos, Gabriel Benítez, Santiago Ramírez, Laura Michel, Rafael Vargas, Marco Antonio Lizalde y Ricardo Sigala, entre otros. Su segunda publicación es una plaquette titulada: Brevesencias en la Colección Hojas Literarias en 1996. Cabe destacar que su obra es extensa y diversa —desde La reiteración de la belleza y el Hálito enaltecido, pasando por El de cierto mundo, El patio de la Bugambilia o Dicha Recobrada, etc... — no es sólo una secuencia de títulos: es una constelación. Es el testimonio de una vida al servicio de la literatura, de un alma que sabe traducir el misterio en poesía, la cotidianidad en arte.





Julio César Aguilar nacido en 1972 pertenece a la “Generación del Umbral”, nacidos entre 1960 y 1970, cuyos escritores vivieron en el umbral del México moderno y neoliberal; entre la utopía del cambio social y la desilusión institucional. Es una generación que vivió la transición de la escritura manual a la digital, del papel al libro electrónico. Podemos mencionar a algunos miembros de la generación de poetas jaliscienses nacidos entre los sesenta y setenta como: Ramiro Aguirre, Víctor Manuel Pazarín, Luis Armenta Malpica, Martín Almadez, Ricardo Sigala, Silvia Eugenia Castillero, Erika Ramírez, Sergio Fong, Ángel Nungaray, León Plascencia Ñol, Ángel Ortuño, Karla Sandomingo, Luis Vicente de Aguinaga y Martín Adalberto Sánchez Huerta.

Julio César Aguilar es autor de una extensa y vasta obra poética: Rescoldos (1995), Brevesencias (1996), Nostalgia de no ser mar (1997), Mano abierta (1998), El de cierto mundo (1998), El patio de la bugambilia (1998), Orilla de la Madrugada (1999), Misterios iluminados (2001), La consigna y el milagro (2003), Transparencia de lo invisible (2006), Una vez un hombre (2007), El yo inmerso (2008), Barcelona y otros lamentos (2008), Alucinamientos (2009), Aleteo entre los trinos (2014), Perfil de niebla (2016), Don del fulgor (2018), Destellos de Zapotlán y otras penumbras (2019), Donde no falta nada (2021), Reiteración de la belleza (2022), El hálito enaltecido (2024), La inevitable voz (2025), Aleteo entre los trinos (2025), Dicha recobrada (2024). En 2017 publicó el libro de entrevista Reconstrucción de Ángel Escobar en la voz de Marina Cultelli.






Su obra ha sido traducida a varios idiomas, entre ellos al inglés, italiano, árabe, polaco y persa. Textos suyos han sido publicados en diferentes países, tanto en medios impresos como digitales tales como: Illuminated Mysteries/Misterios iluminados, 2001; Transparencia de lo invisible / Transparency of the Invisible, 2006. La consigna y el milagro / La convocazione e il miracolo, Bloomington, Universe, 2010. Su obra dispersa se halla publicada en revistas y antologías como: El latir efímero. Textos sobre instantes y memorias, en la revista literaria Westmarch, también aparece en el libro colectivo: Los nombres del adiós: Homenaje a Rosario Castellanos (1925-1974). A cien años de su nacimiento, publicado en Bitácora de Vuelos Ediciones, y en la revista Alborismos, entre muchas otras. Traducciones suyas son: Con ansia enamorada, de Irving Layton, 2004; Camino del ser, muestra antológica de 24 poetas anglosajones, 2006; Pintando círculos, de Luciano Iacobelli, 2011, La costurera y el muñeco viviente, de Beatriz Hausner, 2012 y De McCann, Janet, Pascal va a las carreras 2015.





Parte de su obra se encuentra en antologías como La rosa escrita, Aldus, 1996; Tiro al blanco. Poesía última de Guadalajara, Arlequín, 1998; Inkwell Echoes, The San Antonio Poets' Association, 2001; Poesía de Jalisco del siglo XX, de León Guillermo Gutiérrez (Secretaría de Cultura de Jalisco, 2002); El perímetro de la hoja. Las revistas literarias de Guadalajara (1971-1990) y En la orilla del tiempo. Antología de poetas jaliscienses nacidos entre 1967 y 1979. investigación de Pedro Valderrama, también aparecen textos suyos compilados en Indicios. Atisbos de literatura actual en el sur de Jalisco, de Ricardo Sigala. Julio César Aguilar obtuvo los primeros lugares en The Hispanic Heritage Award dentro del River City Poetry Contest 2001 y The San Antonio Poetry Fair, Director's Award 2002. Es miembro de la Academy of american poets. Colaborador de revistas y suplementos culturales de México, Estados Unidos y España. Fue becario del FOECA-Jalisco durante 1998. Desde agosto de 2016 trabaja como profesor de literatura en Baylor University. Por último cabe mencionar que Julio César Aguilar ha participado en diversos congresos y coloquios internacionales sobre literatura.



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