viernes, 2 de mayo de 2025

Aranceles de Trump: ¿tiro en el pie o estrategia maestra?

 



Brasil Acosta Peña



Hay preguntas en el sentido de si lo que hace Donald Trump son disparates al estilo de los que en México conocimos con Andrés Manuel López Obrador, que a sabiendas de que le iría mal los hacía, o se trata de una estrategia maestra cuyo resultado será la conquista del mundo. Me inclino a pensar en lo primero y no se trata sólo de decirlo así nada más, trataremos de sustentar porqué en lugar de una estrategia maestra, será un tiro en el pie.



El razonamiento no dialéctico lleva a las mentes perversas a razonar sobre los principios de la lógica formal y no siempre con tino. Es decir, a reflexionar que es blanco o negro, pero no puede haber gradaciones entre el blanco y el negro, aunque la realidad muestra que entre el blanco y negro hay una gama de grises infinita, pero el gris será más blanco si el blanco predomina, o el gris oscuro será si predomina lo negro sobre lo blanco.

En el caso que nos ocupa, ya dijimos en otro artículo que los aranceles de Trump los pagaría el propio pueblo norteamericano, que se trataba de un impuesto indirecto disfrazado de medida nacionalista: "En Estados Unidos no podemos cultivar mucho café. Importamos unos 8.500 millones de dólares al año. Los aranceles anunciados ayer ascenderán a al menos 1.250 millones de dólares. Eso es un aumento de impuestos del 15 % en tu café de la mañana" (“BBC Mundo”, 7 abril 2025), como se ve, será el pueblo americano el que pagará esos impuestos.





El segundo propósito de Trump era el allegarse de recursos públicos para no cobrarles impuestos a las empresas que volvieran a relocalizarse a Estados Unidos; sin embargo, esa intensión no le estaba saliendo del todo bien y ello se demuestra en el hecho de que lo recaudado hasta ahora es mucho menor a lo esperado: “Los aranceles llamados ‘recíprocos’ por el presidente estadounidense, Donald Trump, han recaudado desde que entraron en vigor, el pasado 5 de abril, 500 millones de dólares, una cifra muy inferior a la estimada por el mandatario, de 2 mil millones de dólares diarios”… “La cifra ofrecida por la agencia contradice las palabras del líder republicano, que ha asegurado en numerosas ocasiones que EU está recaudando con sus nuevos aranceles unos 2 mil millones de dólares al día, un dato que, según él, probablemente llegue a subir en un futuro hasta los 3 mil 500 millones de dólares al día” (“El Financiero”, 16 abril 2025). Como se ve, un tiro en el pie. Las empresas van a buscar los recovecos legales y eludirán el pago de aranceles, de tal suerte que la medida golpeará a los Estados Unidos más que al resto del mundo como ya se está viendo.

“La guerra arancelaria global de Trump generó una fuerte ola de ventas en el mercado de bonos del Tesoro estadounidense el martes, lo que lo llevó a posponer sus aranceles “recíprocos”. Apenas unos días antes, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años había cotizado por debajo del 4 %. La incertidumbre que ensombrece las perspectivas económicas mundiales ha generado una vez más que los inversores vendan frenéticamente acciones y bonos simultáneamente. Este fenómeno es muy poco frecuente, ya que los inversores tienden a refugiarse en activos refugio como los bonos del Tesoro estadounidense, lo que causa una caída de los rendimientos de los bonos y un alza de los precios en épocas de volatilidad” (“CNN Mundo”, 11 abril 2025).





Finalmente, dejó los aranceles generales en 100 % y se lanzó contra China poniendo un arancel de hasta el ridículo e irracional 245 %. Sin embargo, las medidas recíprocas que están en manos de los chinos, parece que Trump no las está viendo, pues ha decidido Beijín incrementar los impuestos de manera recíproca, pero también se anunció la restricción de las exportaciones de China a Estados Unidos de las llamadas tierras raras: “La hegemonía china en metales críticos, utilizados desde la defensa hasta la movilidad verde, se erige como herramienta de presión contra EE. UU. y sus socios en medio de las tensiones geopolíticas. Pekín ha desatado una crisis en cadena al ampliar las restricciones a la exportación de siete metales de tierras raras e imanes críticos, componentes esenciales para vehículos eléctricos, tecnología militar y energías renovables, informa “Financial Times”. La medida, implementada en abril como represalia por los aranceles del 145 % de Trump a productos chinos, podría agotar sus reservas de estos materiales en solo tres o seis meses, según estimaciones de funcionarios y ejecutivos del sector. (“RT”, 21 abril 2025)”.

Asimismo, las medidas de Trump tienen otras consecuencias que no parece estar viendo Trump, o si los está viendo, no parece que hayan hecho perfectamente bien los cálculos que deben. Las medidas de Trump podrían “poner en riesgo la estabilidad de los mercados a nivel internacional y conducir a que el dólar pierda su posición de liderazgo entre las monedas refugio. La razón es que China es el segundo país del mundo que invierte más en bonos estadounidenses. Según datos del Tesoro de EE. UU., en enero China tenía 761.000 millones de dólares invertidos en bonos americanos, solo superada por Japón, con más de un billón (un trillón anglosajón). Y eso da a China un gran poder a la hora de presionar a Estados Unidos” (“El Independiente”, 11 abril 2025).





Finalmente, como señaló con gran visión científica y profunda el creador de la economía política revolucionaria, Carlos Marx, una vez que el sistema entra en su etapa de decadencia, haga lo que haga, no se puede frenar. Entonces, o bien estamos en la antesala de una guerra mundial que acabaría con el mundo (y como dijo Einstein, la cuarta guerra mundial se realizaría con piedras y palos), o bien, pasamos a un nuevo orden mundial que iniciaría, en el marco del capitalismo, con el mundo multipolar, para concluir en un mundo de cooperación total en función de las capacidades de cada país, para generar un comercio equilibrado. La nueva sociedad se puede alcanzar. Para ello es condición que los pueblos se levanten, tomen conciencia, exijan el mundo multipolar y luchen por una sociedad más justa y mejor para toda la humanidad. Por ende, lo que Trump creyó que sería una estrategia maestra, es un tiro en el pie que abre las puertas al nacimiento de un nuevo orden mundial que los pueblos deben construir y luchar por él uniendo sus fuerzas en contra del imperio en decadencia.





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