Páginas

miércoles, 5 de noviembre de 2025

Levantémonos a servir

 




Aarón Eleazar Sánchez Navarro

Nos esforzamos por contribuir al avance de la civilización convencidos de que vivimos en una época especial, época en que la humanidad está sufriendo una transformación fundamental.


Esta convicción penetra nuestro marco conceptual e influye en cada uno de sus elementos.

El siguiente pasaje sobre prosperidad mundial explica la naturaleza de esta visión:

Por todo el mundo inmensas energías intelectuales y espirituales buscan su cauce de expresión, energías cuyo empuje guarda proporción directa con las frustraciones acumuladas de las últimas décadas.





Por doquier se multiplican las muestras de ese anhelo que albergan los pueblos de la tierra por poner fin al conflicto, sufrimiento y ruina, lacras a las que ningún país es hoy inmune.

Hay que captar y encauzar esta marea de impulsos de cambio a fin de superar las demás barreras que traban el logro de ese antiguo sueño: alcanzar la paz mundial.

El esfuerzo de voluntad requerido en tamaña empresa no puede suscitarse solo mediante llamamientos a combatir la interminable lista de males que afligen a la sociedad.





Antes bien, debe alumbrarse mediante una visión de la prosperidad humana, y ello en el sentido más hondo de la expresión: el despertar de posibilidades de bienestar espiritual y material hoy a nuestro alcance.

Sus beneficiarios deben ser todos los habitantes del planeta, sin distinciones, y sin que valgan condiciones impuestas que nada tengan que ver con las metas fundamentales propias de tal reorganización de los asuntos humanos.

Hasta la fecha la Historia ha conocido principalmente la experiencia de tribus, culturas, clases y naciones.





Con la unificación física del planeta alcanzada en este siglo y el reconocimiento de la interdependencia de cuantos viven en él, comienza ahora la historia de la humanidad como un solo pueblo.

El largo y lento proceso civilizador del carácter humano ha seguido un desarrollo esporádico, desigual y manifiestamente injusto en cuanto a las ventajas materiales que ha dispensado.

No obstante, gracias a todo un patrimonio de diversidad cultural y genética acumulado durante épocas pasadas, los habitantes de la tierra se enfrentan hoy al reto de aprovechar su herencia colectiva a fin de asumir, consciente y sistemáticamente, la responsabilidad de forjar su futuro.




Así, el marco evolutivo en el que se va a centrar esta serie, servirá para ayudarnos a convertirnos en protagonistas más efectivos —cada uno dentro de su propia esfera de pensamiento y acción— de un proceso de construcción de civilización que creemos que está cobrando mayor impulso cada día.
Este marco descansa sobre la base de creencias inmutables, sin las cuales se derrumbaría, al igual que se han desintegrado tantos sistemas de pensamiento en la historia reciente.

Hay dos conjuntos de creencias distintas pero muy interconectadas que requerirán de nuestra atención en este y el siguiente capítulo —las relacionadas con la unicidad de la humanidad y las que se agrupan conjuntamente como los principios de la justicia—.

¿Tu que piensas?



No hay comentarios.:

Publicar un comentario