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jueves, 6 de noviembre de 2025

Enfocar y escuchar

 



Existe un encadenamiento directo entre el examen de conciencia, la meditación, y la oración. Cada una de estas prácticas, por sí sola, puede producir un gran alivio y grandes beneficios.



Si hago primero mi autoexamen, entonces tendré, sin duda, la suficiente humildad para orar y meditar porque veré y sentiré la necesidad de hacerlo. 



Algunos prefieren empezar y terminar con la oración, dejando un intervalo para el autoexamen y la meditación, mientras que hay otros que empiezan con la meditación, esperando el consejo de Dios respecto a sus aún desconocidos o no reconocidos defectos. Hay todavía otros que hacen su trabajo por escrito y terminan con una oración de alabanza y gratitud. Estos tres: el autoexamen, la meditación y la oración, forman un círculo sin principio ni fin. Dondequiera o comoquiera que empiece, acabo llegando a mi destino: una vida mejor.


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