Fernando G. Castolo
Olveda
Legaspi fue un personaje clave en la organización inicial de este
repositorio, vinculando a don Juan con las autoridades del Archivo
General de la Nación y el Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH), para el que laboraba don Jaime. Fue así como en la
observación y estudio de los fondos del siglo XIX, don Jaime accedió
a una información hasta entonces inédita. Antes de él los
estudiosos de la historia regional realizaban las mil conjeturas
sobre los hechos y acontecimientos que definieron el particular
rostro de la región sureña. Con él surge una nueva cultura en
materia investigativa, referenciando documentos de primera mano que
habían estado en un letargo, durmiendo el sueño de los justos.
Don
Jaime los vitalizó, les dio sentido y trascendencia. Fue el primer
investigador serio en apoyar sus pesquisas en este Archivo Histórico,
lo que nos debe de llenar de orgullo puesto que, gracias a él,
tuvimos una proyección a nivel nacional.
Hoy, con gran alegría, celebramos el reconocimiento que nuestro ilustre personaje recibirá por parte de El Colegio de Jalisco, como un homenaje por sus 50 años como investigador, otorgándole la importante Presea "Alfonso de Alba". Desde Zapotlán el Grande nos unimos a esta, más que merecida, distinción para uno de los más notables historiadores de todos los tiempos en nuestra entidad. Su labor profesional nos dio luces sobre el devenir de nuestra peculiar identidad a partir de su meritorio libro "Gordiano Guzmán, un cacique del siglo XIX", publicado por el INAH en el año 1980.

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