Martín Adalberto Sánchez Huerta
“Al cortarme la yema del dedo índice
con una hoja de papel
sonreí, hubo motivo y epifanía:
saber que el vacío tiene límites
Reconozco haber fluido
–muy quitado de la pena– al tacto
ciego por la nervadura de una espada
que la industria papelera
puso
a mi favor…”
Ese pequeño incidente fue el origen de un gran poema que nuestro autor tituló
ME COMPLACE LA SANTA INCISIÓN
“Me llegó el olor de Atenquique” escribiría y en otro fragmento lo siguiente:
“Sí, duele tantito
algunas personas creen que chupando
la
herida deja de sangrar…”
“como artista que persigue la silueta desnuda
escribo a la Deriva caricaturesco mi porte
la econstitución e imaginería del amanuense
en turno imaginario entorno [suelo Parra-frasear]
En un principio
era
medio arroba de alambre envainado hueso dentro del hueso
grueso, con el grado exacto de rigidez–flexibilidad–coyuntura–motricidad
interna, maleabilidad; imaginaba questa mano movíase con la gracia del antropoide
bailarín que agrada a turistas por un trozo de galleta María-maravedís al son de la música
organillera no cesa de tocar
Sobre
las olas”.
Y
en ese primer poema nos dice como fabricar el papel maché para su
exoesqueleto:
En agua hervida ponga usted harina, agua
y diluya; homogénea
la mezcla
parece atole, en las venas déjese entonces, debe enfriar el pegamento
Podemos agregar limón
Lo dejo a su albedrío
Y se corta el papel, un pliego basta –cuidado, no use periódico es frágil
va usted a romperlo a la usanza de la lija– es mejor
el ministerio del papel maché, por cuanto representa
como el amate, cuero auténtico de Latinoamérica
Enjuto
el artesano moldea estructura ósea, pinta detalles negros expresiones
a
p
r
o
f
u
n
d
i
d
a. D
No
solo tienen que leer este libro, sino que tienen que mirarlo.
Yo organizaría, por ejemplo
«1» campaña de reforestación
«1» marcha contra el arboricidio
«2» dictámenes de uso de suelo
y de cielo
Pero
En
otro poema ¿QUÉ
DICE LA NINFA DE LOS PRONÓSTICOS?
Nos presenta a la deseable chica del clima:
–Si usted piensa viajar
tome sus bebidas –debidas precauciones
Acaricia Yucatán –la zona de Chicxulub– regresa
un paso, toca la zona de San Pedro Mártir
de norte a sur a norte a sur a norte
Hay canales de baja presión
a
la máxima–a la mínima–máxima–mínima
pero
ya con su exoesqueleto ajustado juega el poeta con una nota a pie de
página, al final del poema:
Nota 2: Dixit el Exoesqueleto bajo protesta de decir verdad que no tiene conocimiento de que existan en su contra denuncias de violencia de género, discriminación ni por alguna otra conducta que vulnere derechos humanos de terceros, ni/o de que, por virtud de ellas, haya sido declarado, por autoridad competente, culpable ni/o responsable.
En
el mismo tenor, nos aclara que seguirá escribiendo de árboles.
Aparecen algunos versos de su visita a un tallador de santos y
demonios.
Y en una parte del libro plantea lo siguiente:
Donde el Exoesqueleto emula a Dante Alighieri
de haber corrido con la misma suerte que Jonás, pero además
fuese militante activo de un partido político
Narra su amarga estadía en cuatro actos, emplea el verso
endecasílabo en su mayoría relativa:
El Exoesqueleto de papel maché, quien esto escribe
Es
un reverendo de sastre, un cordero de sastre; confecciona
a lo largo de pieles incontables, pasadas y futuras
su propio traje nuevo de lobo emperador
Quizá le quede guango, o le apriete
Podría ser traje de una sola puesta
guardado en el armario
con los bolsillos
repletos de verdades
como envoltorios
de naftalina
a saber.
Mejor abramos este libro y como en el juego de Jumanji tengamos disposición para descubrir algunos prodigios, de esos que puede asaltarnos de pronto en los terrenos de la poesía. Abramos este libro para respirar el corazón de los árboles y el aliento de un poeta de nuestro tiempo.
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