Pedro
Vargas Avalos
La cuestión educativa y magisterial, en nuestra patria ha sido constante motivo de pugnas en todos los niveles: planes y programas que son causa de enfrentamientos entre gobierno y grupos fácticos, incluyendo toda gama de partidos políticos; los maestros, han sostenido permanente frente, sobre todo con las entidades gubernamentales de los tres ámbitos del poder en el país. En este caso, el sector magisterial, con las consideraciones de que existen maestros en la federación, los Estados y los municipios, sin contar a los de índole particular y los de nivel superior, que no se incluyen en la membrecía de los sindicatos, han sostenido ese campo de lucha para lograr sus metas salariales, de métodos de enseñanza y ahora el trámite de pensiones.
El más
antiguo gremio mencionado, brota al unirse distintas agrupaciones de
mentores, así como otros trabajadores del sistema educativo. Al
principio lo respaldó el régimen federal, el cual veía con
simpatía hubiese una organización sindical aglutinante de todos los
trabajadores de la educación básica: de esa forma solo trataría
con un organismo los temas del ramo. Ese apoyo lo llevó a ser el
sindicato más grande de América Latina. El primordial objetivo del
SNTE es la defensa de los derechos e intereses de los obreros de la
educación.
En cuanto a la CNTE, emerge como disidencia, ante
el papel en que había caído el sindicato denominado como oficial y
que permitió que en diversos momentos hubiese verdaderos caciques
-estilo la nefasta Elba Esther Gordillo- que regenteaban el destino
sentista. Así pues, la organización sindical disidente del SNTE,
surgió como una alternativa a la gestión y modelo sindical de tal
organismo.
Por lo antedicho, se fundó la Coordinadora en el
sureste, en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, tras un evento
llamado Primer Foro Nacional de Trabajadores de la Educación y
Organizaciones Democráticas del SNTE. El principal objetivo de esta
institución fue la democratización del susodicho SNTE y obviamente
la defensa de los atributos magisteriales y sus auxiliares
administrativos. Y este fin, suele lograrse más que con
negociaciones tersas con gestiones de protesta y fuerza; de allí que
sus actividades se caractericen en actitudes críticas, no solo ante
las acciones que despliega el sindicato mayoritario, sino frente la
conducta que en la materia educativa llevan a cabo los gobiernos,
especialmente los del tiempo neoliberal, que buscaban privatizar la
educación.
En Jalisco, existen dos secciones sindicales del
SNTE: la 16, del orden federal y la 47, que congloba a los maestros
del Estado. Dentro de ellas se agitan minorías que simpatizan con
la CNTE, secundando los acuerdos que a nivel nacional disponen sus
líderes.
El que haya controles rígidos en el sindicato mayor,
por parte de sus caciques (quienes o se entronizaban ellos en su
dirigencia, o ponían a verdaderos peleles, para manipularlos sin
problemas) y una especie de entreguismos al gobierno, lo cual se
comprueba con la mal llamada reforma de la ley del ISSTE en 2007, y
luego las posteriores normas sobre la materia magisterial, mismas que
fueron aceptadas o al menos toleradas por los sentistas. Esta
actitud, orilló a la CNTE a tomar medidas extremas, a tal grado que
luego de varios movimientos, se les llegó a tachar de virtuales
delincuentes, por personajes de la derecha, como el inefable Claudio
X. González.
A partir del sexenio lopezobradorista, dio la
impresión de que entraban “en razón” y se sumaban a las
políticas del expresidente AMLO. Empero no lograron culminar la
totalidad de sus propuestas, entre las que destacan la derogación de
la ley del ISSTE de 2007,
implementada durante el gobierno de Felipe Calderón:
en tal ordenamiento se introdujo el sistema de cuentas individuales
-Afores- para el pago de pensiones de los trabajadores del Estado,
donde están incluidos los maestros. El cambio implicó cambiar un
sistema solidario que regía, por uno de cuentas individuales, muy
desventajoso para los trabajadores, quienes ahora se pensionan con su
propio dinero y las cotizaciones de empresas y gobierno. De esa
forma, los retiros del magisterio son totalmente adversos para tener
un futuro digno.
Por ello, ahora con el nuevo gobierno de
Claudia Sheinbaum, han vuelto a negociar los oficialistas del SNTE y
a la carga los disidentes de la CNTE. Y aunque el pasado 15 de mayo,
día del maestro, la mandataria anunció varias mejoras, tales como
-entre otras- un diez por ciento de incremento salarial en dos
etapas, dos semanas más de vacaciones y el bloqueo del tiempo que
fija la ley para efectos de jubilación, que por lo pronto quedó
anclado en 58 y 56 años de edad y el tiempo establecido de
servicios, 30 años para hombres y 28 para mujeres. Antes la edad no
tenía límites, y podía haber pensionados desde los 40 y tantos
años cumplidos. En cuanto a los ingresos salariales, ahora los
centistas exigen un aumento del cien por ciento.
Desde luego
que también en su lucha, la CNTE incluye la defensa de la educación
pública, gratuita, laica y de calidad; el añejo objetivo de lograr
la cabal democratización del SNTE, y la participación de las
comunidades en los modelos educativos. Pero lo sustantivo de sus
manifestaciones, son la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007 y de
la reforma educativa, así como un aumento salarial del 100%. Al
respecto, la presidenta les manifestó que cuestiones presupuestales
le impiden por ahora conceder todas las exigencias, manifestando su
aprecio por los maestros, la idea de que conforme los recursos
alcancen les concederá más mejoras y afirmando que con el diálogo
en marcha, donde participan muy activamente la Secretara de
Gobernación y la de Educación Pública, se podrá adelantar en la
materia de los tiempos de pensionarse, realizando reformas legales
conducentes.
El activismo casi agresivo de los disidentes de la
CNTE, había logrado que se concertara una entrevista con la
mandataria, para realizarse el viernes. Pero con sus plantones,
bloqueos de casetas alrededor de la ciudad de México, la
paralización del centro capitalino que ocasiona enormes pérdidas a
los negocios establecidos, sumado a las inconformidades por los paros
en distintas vialidades, y el colmo, procurar impedir la realización
de la mañanera del pueblo del miércoles pasado -incluido un
maltrato a ciertos reporteros, rematando con sitiar el aeropuerto
internacional y amenazar con tomarlo con cierta permanencia, llevó a
que la primera magistrada del país, cancelara la entrevista que
tenían acordada. Expresó: ¿para qué hacen todo eso para reunirse
conmigo si ellos ya sabían que se iban a reunir conmigo el viernes?
Hay cosas que no están bien”. Y se canceló la reunión, dejando
la opción de que traten con las secretarías mencionadas.
Los
tiempos actuales no son de dividir. Las situaciones delicadas que
encaramos los mexicanos, y especialmente la primera mandataria, tanto
dentro de la republica como en el entorno internacional, exigen nos
conduzcamos con sentido de unidad, aun cuando no se claudique de lo
que legítimamente puede ejercerse. La CNTE, sin negar que en algunos
aspectos tiene la razón, con su modo incómodo de actuar, poco puede
ganar. Los ciudadanos afectados, los comerciantes, los
automovilistas; los viajeros, y en fin gran porción de compatriotas
y de extranjeros, han manifestado su malestar.
Bien dice un
adagio, que lo cortés no quita lo valiente, y a tal lineamiento
deberían de acogerse los miembros de la CNTE. Perder simpatía y
apoyos de la población, les resultará una factura muy elevada,
siendo que requieren el soporte popular para avanzar en su lucha.
Mientras, los maestros del SNTE, consolidan su relación con
gobierno, instituciones y ciudadanos.
Ojalá que el río no se
salga de su cauce y con sentido patriótico, sereno y muy respetuoso,
se resuelva la problemática educativo-magisterial, que, en el marco
delicado en que está inmersa la nación, -de las relaciones con
Estados Unidos, los esfuerzos por evitar no se quebrante la economía,
recobrar la paz interna y la celebración inminente de los comicios
para renovar el Poder Judicial-, se convierte en grave tema este
forcejeo entre gobierno y magisterio.
Por la salud de México,
los maestros deben tener presente su papel como columnas de la
república; de igual manera los gobernantes asumir su rol de
salvaguardar los derechos de los docentes, por lo que ambas partes
deben proceder con sensatez y mucha responsabilidad, a fin de que la
patria salve estos tiempos tan dificultosos, y se enfile hacia la
paz, la democracia, el progreso y la justicia social.
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