Jorge
Mauricio Barajas Pérez
Somos
un pueblo sin memoria, un cúmulo de hombres de barro y arcilla, de mujeres
descastadas y con olor a responso y parafina. Somos un devenir de calles que
serpentean como culebras por cuyo arroyo corre el agua con el que pretendemos
lavar nuestras culpas.